El Ayuntamiento de El Rosario denuncia que el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) le impide sacar adelante el humedal de Lomo Pelado, un proyecto de depuración natural. El consistorio apunta que se trata de una actuación de 360.000 euros –frente a los entre cinco y seis millones que costaba llevarlas hasta Buenos Aires– y que el Cabildo tinerfeño les había mostrado su apoyo durante el mandato pasado, en la etapa como consejero insular de Medio Ambiente de José Antonio Valbuena, hoy al frente de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias y perteneciente al Partido Socialista (PSOE), que gobierna en la institución insular.

Según contextualizó la primera teniente de alcalde, Sara Cabello (IR-Verdes), el CIATF les trasladó en 2017 el decreto de inicio de un expediente sancionador por vertidos en Lomo Pelado. “Sancionan al Ayuntamiento por primera vez con un coste muy bajo y ya nos han sancionado a día de hoy por segunda ocasión”, señaló la edil, antes de indicar que también fue incoado un expediente contra los vecinos más cercanos al vertido.

Aquello supuso el inicio de un proyecto que buscaba acabar con esos problemas: el humedal de Lomo Pelado. “Es una actuación de bajo coste energético para tratar las aguas ahí, de forma local; de esa manera terminábamos con los vertidos en la zona, depurábamos el agua y nos quedaba para regar”, manifestó. Concretamente, el mecanismo incluye sistemas de filtrado para la depuración.

La edil expresó que con eso se evitaba el gasto de entre cinco y seis millones de euros por llevar las aguas hasta la depuradora de Buenos Aires. Y es que, prosiguió, la otra opción es la de “lanzar” tuberías por Lomo Pelado, La Encendida y Llano del Moro hasta llegar al colector de El Tablero, que después impulsa las aguas hasta la zona de Buenos Aires. “Nosotros veíamos que esa alternativa, por el coste económico que suponía, no nos era viable a corto plazo y, por lo tanto, teníamos que buscar una vía que fuera complementaria”, sostuvo.

El humedal, en cambio, requería 360.000 euros. “Con esto acabábamos con los vertidos de forma temporal hasta que el Cabildo, con las inversiones a través del Plan de Cooperación, consiguiera establecer toda la ruta de tuberías que tiene que realizar para poder evacuar el agua de ahí”, expuso. Esa iniciativa estaba en marcha hasta que, durante el confinamiento, el Consejo Insular de Aguas les informó de forma negativa sobre ese proyecto, precisó la concejala y según ha podido confirmar este periódico en el informe remitido desde el CIATF al consistorio rosariero.

“El Cabildo y el Consejo Insular de Aguas están en contra de un sistema como este. El proyecto está elaborado por una empresa que colabora con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC). Eso yo creo que era un aval que en todo momento teníamos”, defendió, antes de recordar que ya existen experiencias de este tipo en municipios como el de Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria, o en Andalucía. Y remachó sobre los pasos que se habían dado en los últimos años: “Teníamos incluso apalabrado el terreno”.

Encaje técnico

Cabello confió en que el motivo del rechazo sea “un informe técnico que dice que este sistema no encaja dentro del Plan Hidrológico de Tenerife”, antes de referirse al avance experimentado con Valbuena, que incluso llegó a sumarse a un viaje de trabajo a Gran Canaria. También dijo que se contrató el proyecto y que “lo que no puede hacer el Consejo Insular de Aguas es denunciar al Ayuntamiento y a los vecinos y no permitir una solución a corto plazo como era la de este humedal”.

La concejala de IR-Verdes dijo que no quiere “pensar” que lo ocurrido tenga alguna relación con los vertidos en la costa y la negativa del gobierno del Cabildo a colaborar, “pero, en todo caso, nos parece una postura poco institucional en base a los acuerdos a los que se había podido llegar con la corporación anterior”. Ante ese escenario, avanzó que el gobierno local ya está intentando encontrar “un plan B” para solventar el problema con las aguas residuales.