La joven escritora icodense Andrea Abreu López, nacida en 1991 y autora de la exitosa novela Panza de burro, recibió recientemente la Cepa de Honor del Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de la Ciudad del Drago, que reconoce la relevancia pública y social de personas e instituciones del municipio.

El presidente del CIT, Antonio García Fleytas, y el alcalde de la localidad, Francis González Díaz, entregaron el galardón, que es obra del artista icodense Javier Huerta, a Andrea Abreu. Al acto, presentado por Miguel Ángel González Suárez, presidente del CIT de Santa Cruz de Tenerife, también asistió la directora general de Relaciones Institucionales de la Vicepresidencia del Gobierno de Canarias, Carmen Nieves Gaspar Rivero.

Andrea Abreu agradeció la distinción sin alejarse del lenguaje que utiliza en su primera novela, donde la oralidad prevalece. Evocó su infancia y las vivencias acumuladas, especialmente en la víspera de San Andrés, cuando compartió las tablas y los cacharros de Icod de los Vinos, así como el tradicional descorche.

El presidente de la Asociación de Periodistas de Tenerife (APT), Salvador García Llanos, dedicó a la autora el texto “La revelación de una escritora” en el que subrayó que “el alma de esta icodense que esta noche va a recibir el tributo de su pueblo en forma de Cepa de Honor, el galardón instituido por el Centro de Iniciativas y Turismo de la localidad, bulle con la certeza de sentirse respaldada pues cientos, miles de lectores, han bajado sus ojos a las páginas de su primera novela, una rareza en el mejor sentido de la palabra, pero un éxito editorial indiscutible, un fenómeno de las letras canarias más recientes”.

“Hoy siente el calor de su pueblo que tan bien sienta en invierno. Panza de burro, que comienza con un guiño en la mismísima portada pues Sabina Urraca se siente editora por un día, que da título a la colección en la que está encuadrada, es, sin duda, uno de los libros del año cuyo fin anhelamos siquiera como auto de fe para que lleve todos los males que hemos padecido”, remarcó García, quien recalcó que “no estamos, pues, ante una promesa de la escritura sino ante una autora a la que quedan, eso sí, muchos obstáculos que saltar y muchas páginas brillantes por escribir”.