Los ayuntamientos de Buenavista del Norte, Los Silos y Garachico defienden la aplicación de un sistema de depuración natural o extensiva de las aguas residuales en la comarca de la Isla Baja frente a la propuesta de depuración intensiva que presentó el Cabildo en 2017 y cuyo coste se cifró en unos 14 millones de euros. El consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez (PSOE), respeta la movilización ciudadana en favor de esa alternativa y la postura de los consistorios, pero advierte de que tendrán que ser los municipios los que pongan una propuesta técnica encima de la mesa “para poder valorar su viabilidad”.

En la Isla Baja, concretamente en el Parque Rural de Teno, hay varias depuradoras naturales o extensivas que tratan aguas residuales en Masca, Los Carrizales, Las Lagunetas, el albergue de Bolico y el ecomuseo de El Tanque. Se trata de pequeñas instalaciones para poblaciones muy reducidas. El tamaño es una de las claves que separa las opiniones de estos ayuntamientos de la de los técnicos del Cabildo. Los municipios ven viable un sistema con alrededor de una docena de depuradoras repartidas por los principales núcleos de la comarca.

Cabildo de Tenerife

El consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez (PSOE), recuerda que las depuradoras naturales que existen actualmente en la Isla Baja “son sistemas muy pequeños, como el del albergue de Bolico, que sirve para atender a una población de apenas 37 personas, o la de El Carrizal Alto, que atiende a una población estable de unas diez personas, que se incrementa a unas 30 durante los fines de semana”.

“Necesitamos que los ayuntamientos presenten un proyecto escalable que pueda ser valorado por los técnicos del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF). Si los ayuntamientos quieren sumarse a las propuestas que plantea la sociedad civil están obligados a pasar de las ideas a los proyectos concretos. Tienen que plantear propuestas adaptables a gran escala. Si tenemos experiencias para 37 personas y debemos atender a 15.000, ¿qué es lo que están planteando? ¿400 depuradoras del tamaño de la de Bolico?”, se pregunta Rodríguez.

A juicio del consejero insular, una de las claves para apostar por la depuración intensiva (una gran depuradora comarcal que trate las aguas de los tres municipios) es que sería capaz de generar un agua regenerada de altísima calidad, “como ya ocurre en la instalación de Valle Guerra, en La Laguna”. Recuerda que la Isla Baja “tiene un grave problema con el abastecimiento de agua para riego” y que “con una depuradora de estas características, los agricultores de la zona sí podrían versemuy beneficiados”.

Buenavista

El alcalde de Buenavista del Norte, Antonio González Fortes (SSP), lamenta que el Cabildo les obligue a presentar proyectos técnicos que avalen su propuesta y considera que esto pone a la Isla Baja en “una situación de desventaja respecto al resto de localidades”. Pese a sus limitados recursos, ya trabajan en el encargo de esos proyectos “más sostenibles que reducirían notablemente la necesidad de bombeos y, por tanto, el consumo de energía”.

González recalca que el Cabildo tiene conocimiento de la postura de la Isla Baja respecto al sistema de depuración “desde 2019”. Sin embargo, lamenta que no se les haya permitido usar fondos de los planes de Cooperación para avanzar en este sistema y se apueste únicamente por la depuradora comarcal e intensiva. “Evidentemente no harán falta 400 ni 200 depuradoras naturales y eso lo sabe Javier Rodríguez. En los estudios preliminares se han barajado cifras de tres depuradoras naturales para la costa de Buenavista, dos para Los Silos y una o dos para Garachico. Y eso no es ningún disparate y sería mucho más barato que la propuesta insular”.

El mandatario buenavistero también niega que el agua proveniente de depuración natural no pueda reutilizarse: “No estará almacenada en el mismo lugar, como ocurriría con la depuración intensiva, pero sí podría utilizarse para el riego de jardines y de determinados frutales o para el baldeo de calles. Y eso generaría un importante ahorro de recursos para los municipios, al que se sumaría el ahorro en la factura energética puesto que no harían falta bombeos”. En este punto, el alcalde de Garachico discrepa de su homólogo buenavistero y recuerda que con el casco y La Caleta de Interián prácticamente a nivel del mar, su localidad sí estará obligada a “bombear agua para acceder tanto a la depuración intensiva como a la natural”.

“La depuradora comarcal intensiva tampoco resolvería los problemas de escasez de agua de riego en la zona, ya que generaría agua reutilizada para regar apenas 5 hectáreas de platanera al año. Y su coste, de 14 millones de euros, es muy superior al de un sistema de depuración natural descentralizado, pero con instalaciones compartidas entre varios municipios”, concluye González.

Los Silos

La alcaldesa silense, Macarena Fuentes (CC) es una firme defensora de la depuración natural descentralizada, pero de ámbito comarcal porque atendería núcleos compartidos entre los municipios de Buenavista, El Tanque, Los Silos y Garachico”. Fuentes tiene claro que la solución es la depuración extensiva por su nulo impacto ambiental, su gran ahorro energético, el embellecimiento del paisaje y la posibilidad de reutilizar el agua para baldeos, determinados riegos agrícolas o mantenimiento de jardines.

Garachico

El alcalde, José Heriberto González (CC), insiste en que la primera opción para el municipio es la depuración natural, pero sin cerrarse a ninguna otra alternativa que planteen los técnicos: “Queremos que este problema se resuelva ya, en un plazo máximo de dos o tres meses. No podemos seguir con el debate técnico indefinidamente. Si vamos juntos, perfecto, y si no, pues que cada uno lo resuelva por su lado porque la realidad es que no se está depurando, todos incumplimos y esto no puede seguir así”.

Agua depurada con plantas

Los sistemas de depuración natural o extensiva se basan en los denominados filtros verdes, unos humedales artificiales en los que determinadas plantas, como las Phragmites australis o Canna indica, depuran el agua de forma natural. La cantidad de agua a depurar marca la superficie necesaria de humedal, de ahí que se conozcan como sistemas extensivos, en referencia a la necesidad de ocupar una mayor cantidad de territorio que las depuradoras intensivas. Las aguas, una vez pasadas por ese filtro verde, se pueden almacenar en lagunas a cielo abierto como la existente en el ecomuseo de El Tanque.