La tradición de cada Día de Todos los Santos (1 de noviembre) se cumplió sin aglomeraciones, ruido, ni retenciones. En algunos cementerios -Santa Cruz, sobre todo- hubo quienes tuvieron que esperar un poco (minutos) para acceder; en el resto, prácticamente, ni se cubría el aforo máximo señalado en las recomendaciones y medidas hechas públicas por los ayuntamientos. Los cementerios vivieron una jornada de enrame casi en silencio.

Las medidas preventivas surtieron efecto. Los cementerios de la Isla volvieron a recibir la visita de quienes recordaron a sus seres queridos con flores y oraciones, pero sin padecer el agobio tradicional. Todos los ayuntamientos recomendaron acudir de forma escalonada durante la semana y hacerlo con todo preparado desde casa. Y así fue, en muchos de los camposantos.

El calor no fue un obstáculo para cumplir con la costumbre. La cita previa, por ejemplo, que estableció La Laguna se constató como una medida eficaz. Los controles establecidos en otros cementerios de varios municipios ayudaron a que las familias cumplieran con el ritual de adornar los nichos y tumbas de forma ágil, respetando siempre la distancia interpersonal y con la mascarilla de rigor en este tiempo de pandemia.

La jornada transcurrió con normalidad. Muchos acudieron en sus vehículos particulares, pero otros muchos utilizaron el transporte público y se desplazaron en guagua y en taxi para cumplir con esta tradición. La ampliación general del horario de apertura de los camposantos también ayudó a la normalidad en un día en el que la Isla sumó miles de asistentes a los cementerios. De hecho, algunos (caso de Granadilla de Abona, entre otros), establecieron un horario preferente para personas mayores de 65 años, de 8:00 a 12:00 horas. Varios municipios también facilitaron a las floristerías un pase preferente entre las 12:00 y las 16:00 horas.

En los casos especiales de Santa Cruz de Tenerife y de La Laguna, los recintos de Santa Lastenia y de San Luis -en este intervino la Banda Municipal de Música- fueron un ejemplo del cumplimiento de las recomendaciones y una muestra de lo que más llamó la atención de algunos de los que acudieron: "No hay bullicio. Caminas por los pasillos sin problema. Hay recogimiento. Se puede estar sin agobio". Incluso en Granadilla, una señora no pudo reprimirse: "Si no fuera por lo que es, bendita pandemia, con perdón".

Los puestos de venta de flores han tenido una semana singular, "distinta" a las vividas hasta ahora. El resultado económico no invita al optimismo, "pero ayuda". En todo caso, este 1 de noviembre de 2020, Día de Todos los Santos, estuvo muy controlado por la Policía Local, la Guardia Civil y los efectivos de las Agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil.

En el caso de Santa Cruz de Tenerife y del cementerio Santa Lastenia, se establecieron controles, tanto de acceso como en el interior del camposanto, limitando la cantidad de personas que acudieron en grupo (muy pocos casos) así como el tiempo que se podía permanecer en el recinto. Asimismo, hubo una "estricta vigilancia" respecto al uso obligatorio de mascarillas y del mantenimiento de la distancia interpersonal de seguridad. Además, se recomendó acceder al cementerio haciendo uso del transporte público, si bien se aplicó un plan de tráfico para controlar la llegada y el estacionamiento de quienes acudieron con los vehículos privados.

Este fue un ejemplo del respeto de la ciudadanía a las recomendaciones del Consistorio, que pidió escalonar las visitas en los días previos a la celebración. Para limitar el tiempo de permanencia en el camposanto, se recomendó llevar los arreglos florales ya preparados y evitar la concentración de personas en lugares habituales, como los puestos de venta de flores y en las calles del cementerio.

Los servicios de seguridad interna fueron esenciales. En Santa Cruz, el Ayuntamiento dispuso dotaciones de atención sanitaria, personal municipal y de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil capitalina.

La Laguna habilitó un sistema de cita previa para controlar el aforo en los cinco cementerios y evitó aglomeraciones, los vecinos acudieron a los camposantos a una hora determinada y dispuso de un control en los accesos a los recintos que contaron con guantes y gel hidroalcóholico.

Hoy seguirán vigentes las medidas anunciadas por los ayuntamientos en muchos de los cementerios de la Isla, si bien la afluencia en este Día de los Difuntos se espera que sea casi testimonial.