Algunos de los okupas de Los Tarajales carecen de tarjeta sanitaria y de ingresos suficientes para comprar medicamentos si los necesitaran, por lo que desisten de acudir a un centro de salud aunque estén enfermos, según el informe de Cáritas. El personal de la Unidad Móvil de Atención en la Calle advierte de que en Arona no existen viviendas sociales disponibles para este tipo de casos. Y, a la vez, los precios de alquiler o los gastos iniciales suponen que una casa digna está fuera del alcance de estos ciudadanos.

En base al citado diagnóstico, con el dinero que reciben al mes, o compran alimentos o pagan el alquiler de un piso o una habitación. La ong reconoce que trabajadores de Servicios Sociales han intervenido en el pasado con estos "sin hogar" y gracias a eso algunos han logrado el empadronamiento, la Prestación Canaria de Inserción o ayudas de emergencia. No obstante, Cáritas estima que toda esa labor "resulta evidente que no ha sido suficiente" para resolver la falta de una alternativa alojativa.

A juicio de esta institución, con el lanzamiento de mañana se resuelve el problema de la ocupación, pero no se da una respuesta a las personas, por lo que estas se verán obligadas a buscar otros edificios para ocuparlos o dormir en espacios públicos, de este u otros municipios.

Cáritas propone una intervención "socioeducativa" que afronte el fenómeno del "sinhogarismo" desde una perspectiva integral. Para las integrantes de la UMAC, esta realidad existe por varias causas, "por lo que hay que atender la necesidades de vivienda, empleo, salud, adicciones y de apoyo comunitario". En su opinión, de esa manera se les aportan herramientas para que logren salir del actual ciclo en el que andan inmersos y del que no pueden salir.