La vicepresidenta segunda y consejera insular de Presidencia, Hacienda y Modernización del Cabildo de Tenerife

"En septiembre sentaremos las bases del presupuesto de 2021 estén o no resueltas las incertidumbres. Estará por debajo de los 800 millones. Debemos ser conscientes de ello, pero con esos mimbres tendremos que caminar. Está claro que agosto será un mes donde muchas cosas quedarán más claras. Intentaremos aprobar las cuentas en el Pleno de diciembre y, evidentemente, será un presupuesto más corto que el actual. Por ello queremos acudir a la vía del endeudamiento, poder contar con nuestro superávit y que no nos afecten las reglas de gasto ni las reglas fiscales. Pedimos una mayor flexibilidad en esas reglas fiscales", recalcó Pérez.

La administración insular cuenta con un superávit que ronda los 100 millones de euros. En lo que va de año, la ejecución presupuestaria se sitúa en torno a un 38%, "seis puntos porcentuales por encima que en el ejercicio pasado, que finalmente rondó el 85%. Asimismo, está claro que por la merma de financiación vamos a tener que hacer una no disponibilidad. Si nos faltan 95 millones, tengo que quitar 95 millones del presupuesto. Estamos jugando con muchos factores e insisto en que lo importante será el año 2021".

Respecto al pago a proveedores, Pérez señala que "en la pandemia se utilizaron unos mecanismos autorizados por Intervención que no pueden estar en un régimen normal, pero entre un procedimiento tan ágil como establecimos en la pandemia y el que había antes, muchísimo más gravoso, hay un término medio y ese es el que tenemos que hacer en situación de no confinamiento. Vamos bien. El promedio medio de pago a proveedores está en 19,97, o sea en 20 días. Y hemos hecho un gran esfuerzo".

"Cuando aprobamos las cuentas de 2020 lo hicimos con un presupuesto realista, de 861 millones de euros y con unas cuentas totalmente saneadas ya que nos habíamos quitado toda la deuda. El problema es que el Covid-19 nos alteró todo", reconoce Pérez, quien añade que "todavía no sabemos lo que se va a recortar; estamos viviendo una época de mucha incertidumbre y, además, una sensación de montaña rusa".

"Nada más producirse la pandemia nos dimos cuenta de que teníamos que reestructurar todo el presupuesto, ya que nuestra principal fuente es el bloque de financiación canaria y el mayor grosor se lo lleva el IGIC, un impuesto al consumo. Si baja la recaudación, a nosotros la Comunidad Autónoma nos quita del bloque. En las previsiones de mayo, el Gobierno de Canarias nos bajaba 233 millones en nuestro presupuesto. De pasar a tener 35 millones mensuales, de los cuales se le daba a los Ayuntamientos la parte de la carta municipal que les tocaba, pasamos a tener solo 2,4 millones. La comunicación con la comunidad autónoma ha sido permanente y la recaudación de junio subió muchísimo y en vez de perder 233 millones, ahora perdemos 95 millones. Las cosas son distintas", afirma la vicepresidenta.

"Los fondos europeos también nos ayudan y algo nos tocará -explica-. Eso nos ha dado un respiro, aunque al mismo tiempo nos encontramos con el cierre de fronteras al turismo británico, nuestro principal cliente en este sector. Esperamos que esta situación se pueda arreglar, ya que el impacto es muy duro y tendríamos que recurrir al endeudamiento".

"Aspiramos a tener un trato singularizado como corporaciones insulares en cuanto al régimen de financiación, que debería ser distinto al de las diputaciones", apunta la consejera de Presidencia, Hacienda y Modernización del Cabildo de Tenerife, que tiene claro que "no podemos ejercer competencias sin tener ingresos para ello. Fuimos cautos de entrada hicimos un plan de choque muy sesudo. Hicimos una cartera de ahorro y los proyectos esenciales, realizando un plan de choque de cinco bloques: social, sector primario, inversiones, empleo y simplificación administrativa y modernización y lo dotamos de 150 millones, con un plan específico de hasta 23 millones para el sector del turismo". "Debemos seguir ejerciendo competencias y actuar con rapidez ante lo que venga. Si no tenemos dinero, será muy difícil. De ahí que tengamos que recurrir a todo: desde el superávit hasta el endeudamiento", sentencia.