Cáritas Diocesana de Tenerife informó ayer de que tras la declaración del estado de alarma como consecuencia de la pandemia de coronavirus ha detectado un aumento de las peticiones de ayuda urgente en el sur de la isla y en el área metropolitana.

Por zonas geográficas, la mayor demanda de ayudas proceden del sur de la isla, en concreto de los arciprestazgos de Granadilla e Isora (sobre todo de personas residentes en los municipios de Granadilla, Arona, Adeje y Guía de Isora), así como del área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, especialmente Taco, Santa Cruz Centro, La Salud, La Cuesta y Ofra.

Cáritas Diocesana indica que el aumento del desempleo, y las limitaciones impuestas por el estado de alarma a los sectores productivos del Archipiélago, lleva a pensar que durante los próximos meses las peticiones de ayuda podrían continuar creciendo.

En cuanto a las respuestas ofrecidas por la entidad, en el mes de abril se registraron 3.175 atenciones a hogares, de los cuales 695 fueron nuevas solicitudes. Mientras, en el mes de mayo se realizaron un total de 3.121 atenciones, de las cuales 348 fueron nuevas.

A estas demandas se está pudiendo dar respuesta con fondos propios de la entidad, mediante la entrega de vales de compra en supermercados o entrega de packs de alimentos no perecederos. De igual modo, también se está apoyando la compra de medicamentos con vales en las farmacias y la adquisición de bombonas de gas butano.

La ONG, aplaude la reciente aprobación del ingreso mínimo vital, ya que entiende que supone un "paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa", que además "nos dignifica como país, al reforzar nuestros sistemas de garantías sociales para las personas excluidas y nos acerca a la media europea en materia de ingresos mínimos". En esa línea, cree "necesaria la existencia de un sueldo mínimo estatal común en todo el territorio, que limitara las inequidades".

Este es un objetivo que queda cubierto con este ingreso mínimo vital, al "asegurar un mismo derecho efectivo independientemente del lugar de residencia y de los posibles cambios residenciales que se puedan producir".

Para esta entidad es importante que este recurso trata de evitar la pobreza severa, dando una especial atención a los hogares con hijos, aunque considera que pierde capacidad protectora en los hogares de las familias más numerosas.

Cáritas valora "el reconocimiento que el Real Decreto-ley hace de los procesos de inclusión social, sin que sean una condición imprescindible para poder acceder al ingreso mínimo vital".

Pero opina que el real decreto-ley "todavía deja muchos aspectos sujetos a un desarrollo reglamentario posterior. La forma en cómo se acometa este desarrollo será esencial para dar respuesta a una realidad de exclusión social que es muy compleja y a la que el ingreso mínimo vital no da respuesta completa".