Los Ayuntamientos del norte de Tenerife con las playas y zonas de baño más concurridas las reabrieron este lunes sin imponer prácticamente ninguna medida de control de aforo. Tras informar de las limitaciones que impone la fase II de la desescalada y, especialmente, de la obligatoriedad de mantener una distancia de dos metros con el resto de bañistas, los consistorios optaron por la confianza en el civismo de la ciudadanía. Sin embargo, el calor de los últimos días y la cercanía del fin de semana ha obligado a ayuntamientos como el de Puerto de la Cruz a recordar que si se incumplen las restricciones en los próximos días, podría ordenar el desalojo de aquellos lugares en los que no se respete el distanciamiento social.

El gobierno portuense (PSOE-ACP) ha utilizado sus redes sociales para lanzar una advertencia que espera no tener que cumplir: "Ante posibles aglomeraciones que se puedan producir en nuestras playas y zonas de baño, el Ayuntamiento recuerda que se podrán establecer limitaciones tanto de acceso como de aforo para asegurar que se respete la distancia interpersonal de, al menos, dos metros entre bañistas".

"También para garantizar el disfrute de nuestras playas, se podrán establecer límites en los tiempos de permanencia en las mismas", añaden, antes de insistir en su llamamiento a "la responsabilidad y civismo de nuestra ciudadanía para respetar las normas de distanciamiento social".

Tras un comportamiento ejemplar en los primeros días de la reapertura, este miércoles se divulgaron imágenes con numerosos bañistas en Playa Jardín, por lo que el consistorio ha intensificado su campaña informativa.

Si la situación se desbordara y no se respetaran las recomendaciones sanitarias, el gobierno portuense advierte de que la Policía Local tiene la orden de desalojar y cerrar las playas o zonas de baño en las que se incumpla.

En La Orotava, la playa de El Bollullo ha recibido un moderado número de bañistas y, de momento, se respeta la distancia social. El primer día se contabilizaron 60 usuarios, aunque el aforo máximo es de 400 personas.

Los tres socorristas llevan la cuenta del número de bañistas presentes en la cala villera y, en el caso de que se superen los 300, uno de ellos subirá a la parte alta del camino para controlar el acceso y las salidas e impedir que se superen las 400 personas.

En Garachico, el alcalde, José Heriberto González (CC), destaca "el respeto generalizado a las normas y recomendaciones" tanto en la playa del muelle, donde han llegado a reunirse 118 personas, y en la playa de La Caleta de Interián, con una afluencia máxima de 45 personas. Hoy comienza el nuevo servicio de socorrismo y vigilancia también en la pequeña cala de El Guincho, que funcionará en horario de tarde de jueves a domingo "para evitar aglomeraciones".