La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza ha denunciado este lunes que cuadrillas de Medioambiente del Cabildo de Tenerife han destruido una población de Violeta de Anaga cuando hacían tratamientos selvícolas en la zona de uso restringido de la Reserva Integral del Pijaral (Anaga), y usaban motodesbrozadoras con cuchillas.

En un comunicado de prensa, la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) recuerda que la Violeta de Anaga es una especie endémica de Tenerife, exclusiva de las montañas de Anaga, y que constituye hábitat y recurso de muchos invertebrados.

La Violeta de Anaga está, además, incluida en el Catálogo Canario de Especies Protegidas, creado por la Ley 4/2010 del 4 de junio, en la categoría de especie "de interés para los ecosistemas canarios".

Por este motivo, desde ATAN critican que haya sido el órgano encargado de "velar por su conservación" el que haya vulnerado "todas las normas y directrices" en materia de conservación y haya "atentado gravemente" contra la conservación de una especie protegida.

La asociación recuerda que el plan director de la reserva marca las pautas que debe seguir el órgano de gestión y administración de la reserva dentro de este espacio, que, además, es Zona de Especial Conservación de la Red Europea de Espacios Protegidos Natura 2000 y Zona de Especial Conservación para las Aves.

Entre otras directrices, el plan director establece que se ha de mantener la biodiversidad de la Reserva Natural Integral del Pijaral, evitando la desaparición de especies y comunidades propias, y procurando el fortalecimiento de poblaciones y especies, especialmente en las áreas de interés faunístico y florístico.

Por lo que respecta a la selvicultura, el plan director dispone la realización de tratamientos selvícolas para reducir el riesgo de incendios forestales y facilitar la madurez de las masas, así como su transformación a monte alto, pero siempre siguiendo una serie de criterios.

Entre esos criterios destaca la obligatoriedad de garantizar la conservación y mejora de las formaciones vegetales, minimizando los efectos erosivos e impactos paisajísticos, y procurando una protección suficiente a los restantes recursos naturales del entorno.

Además, las cortas deberán limitarse durante el período de cría de las aves, principalmente de las palomas de laurisilva, y se evitarán los aprovechamientos forestales u otras "actividades perturbadoras" desde la época de celo hasta el momento de independencia de los pollos, en el caso de especies en peligro de extinción.

Así, las actuaciones de manejo forestal deberían concentrarse entre el 1 de julio y finales de febrero, aunque el Cabildo ha acometido esta intervención en primavera, cuando prácticamente todas las aves terrestres están criando, tanto en la Reserva del Pijaral como en cualquier otro punto del Parque Rural de Anaga, detalla la nota.

Asimismo, en los lugares de reproducción y cría se deberá utilizar maquinaria lo más silenciosa y eficaz posible, por lo que se recomienda la corta manual o a través de máquinas con transmisión por mecanismos hidráulicos.

En relación a la maquinaria utilizada, motodesbrozadoras con cuchillas, ATAN asegura que el área de Medioambiente del Cabildo también ha hecho caso omiso a la instrucción dictada por la Presidencia del Cabildo Insular el 14 de marzo de 2020.

Con motivo de la situación creada por el Covid-19, el Cabildo decretaba en marzo "la prohibición del empleo de maquinaria o herramientas que puedan proyectar chispas o elementos incandescentes, tales como motodesbrozadoras con cuchilla, equipos de soldadura o radiales de corte en áreas protegidas".

Por todo ello, desde ATAN han solicitado al grupo de gobierno del Cabildo de Tenerife que cese este tipo de intervenciones "de inmediato" y que, "en un acto de responsabilidad y respeto por los valores naturales de la isla", devuelva las competencias en materia de Medioambiente al Gobierno de Canarias.

A este respecto, la organización entiende que los hechos denunciados no constituyen una situación aislada dentro de la gestión de la corporación, "sino que se reitera con demasiada frecuencia", y, que en cualquier caso, "debe dar lugar a la exigencia y depuración de responsabilidades, pero sobre todo a un cambio radical en la gestión de los espacios naturales protegidos de Tenerife".

Para ATAN resulta "evidente" que la preocupación del Cabildo ha sido convertir estos espacios protegidos en "instrumentos al servicio del turismo y del ocio", desatendiendo los principales objetivos y fines de conservación de estas áreas, "cada vez menos protegidas".