La presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias), Ángela Delgado Díaz, reconoce a EL DÍA que la situación del sector ganadero en la Isla es muy grave y hace un análisis muy duro de la situación actual: "La ganadería de Tenerife está en crisis. No somos competitivos con todo lo que viene de fuera, tal y como sucede con las carnes congeladas. También tenemos un problema importante con el tamaño de las explotaciones, que son muy pequeñas; la media de edad de los trabajadores es muy alta, y muchísimas granjas están aún sin legalizar. El problema es enorme".

La titular de Asaga Canarias alerta de que "si hablamos de las explotaciones avícolas, el problema es aún peor. Están entrando muchos huevos de fuera y no nos creemos esas caducidades. Es un asunto a tratar y el consumidor también se debe decantar por el producto local, que es más fresco y se deja el dinero en la Isla".

En su opinión, "hay que hacer un esfuerzo por defender la Ley del Suelo, que no llegó a plasmar el sueño de los agricultores y ganaderos de las Islas de que fuese realmente un desbloqueo de expedientes en los ayuntamientos y esas calificaciones territoriales. Ha quedado grande a los técnicos municipales, no están preparados para hacer esas calificaciones o falta personal. Ahí hay que dar un paso más, ya que antes las hacía una administración superior". También considera clave insistir en que los expedientes "no pueden quedar archivados en los ayuntamientos. Todo eso se traduce en que las explotaciones ganaderas no obtienen sus calificaciones. No se pueden adaptar a la normativa europea y, por ello, no se logra la licencia al no tener la actividad debidamente legalizada".

Ángela Delgado afirma que la situación del sector primario tinerfeño es "preocupante y con muchos frentes abiertos. El mayor de todos: la falta de agua". Al respecto dijo que "hay muchas obras en marcha que deben ser finalizadas. Y hay que aprovechar todas las aguas regeneradas para que puedan usarse en la agricultura. Hay obras pendientes en la desaladora de Arona-Adeje e incluso conexiones con la parte oeste de la Isla. La situación de la Isla Baja, aún sin definir el tipo de depuración de aguas, urge a hacer un gran pacto. El Norte tradicionalmente ha tenido agua, pero ya tenemos escasez. Es muy urgente la búsqueda de un sistema viable para depurar allí".

"Los precios del agua se van disparando y van rozando los 40 céntimos de euro por pipa y no se consigue. Aunque quieras pagarla, no encuentras quien te la venda", advierte Ángela Delgado.

Una vendimia mala. "Con la viña tampoco el ejercicio 2019 fue un buen año. Hemos soportado otro año de sequía, totalmente desfavorable y se ha producido una reducción entre el 50% y el 60% de la uva recolectada. Por ello, volvemos a tener bodegas semivacías y con problemas de gastos generales, ya que no conseguimos precios en los vinos que logren paliar esa falta de cosecha".

Cosecha de papas mermada. Delgado detalla que "la climatología también ha sido adversa para las papas y esta última cosecha que estaba plantada en la parte alta de Vilaflor, que es lo que nos diferencia del resto del mundo, también estará mermada por la meteorología. Es una cosecha que se planta en pleno verano y que se recoge en invierno, pero el invierno no termina de llegar y hemos tenido unos meses de octubre, noviembre y diciembre muy calurosos, con muchos días superando los 30 grados. Ha sido nefasto, incluso se han dado parte de incidencias a Agroseguro y la cosecha se recogerá mucho antes de lo habitual, con lo cual será mucho menor. Estamos prácticamente en emergencia climática porque los pozos y galerías tienen cada vez menos agua y a estas cotas y altitudes no es posible obtener otro tipo de suministro de agua. Vemos que por muy buena predisposición que tenga el mercado a comer y a pagar nuestra papa, no conseguimos tener producto por la falta de agua".

Flores y plantas. "El subsector de flores y plantas en las Islas también están teniendo problemas con la exportación con la doble inspección que se hace a la llegada y salida en puertos nacionales y europeos y, aunque se tienen muy buena producción y calidad, nos vemos con el problema que el cliente no nos ve como un proveedor fiable porque nunca sabe cuándo se le va a entregar la mercancía. Hay poco personal en los puestos de control y faltan inspectores para que den salida más rápido a la mercancía", lamenta.

Desaparece el tomate. "El tomate prácticamente ha desaparecido en Tenerife. Lo que se está exportando en estos momentos a nivel del Archipiélago puede que llegue a un 10% de lo que fue en su día. Desde Asaga hemos solicitado en esas nuevas modificaciones al Posei que esa ayuda a la hectárea de exportación sea posible obtenerla con los kilos del mercado interior. Eso sí se nos ha aceptado dentro de las modificaciones que se han enviado a Europa, intentando así que se beneficie no solo el tomate de exportación sino todo el cultivo", concluye Delgado.