Ayer muchos lugares vivieron las concentraciones más importantes del año. Miles y miles (30.000 en La Orotava y 22.000 en Arona, aseguran) de personas salieron a vivir la llegada de los Reyes Magos de Oriente. A Adeje lo hicieron en parapente y al campo de fútbol subidos en un coche descapotable, porque este año no hubo helicóptero (por cuestiones técnicas); en limusina se acercaron a Guía de Isora, en el sur de Lanzarote lo hicieron a lomo de camellos y dromedarios... Y así, siempre con carteros, pajes, príncipes y princesas y un séquito repleto de personajes de películas y de los cuentos de siempre.

Las palabras del alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, sintetizan la simbología del día en su llamamiento a recordar "a ese niño que todos tenemos dentro, que la ilusión y la esperanza llene nuestros corazones en una noche mágica, empezando por los hogares que más lo necesitan".

El Rey Melchor, en nombre de sus Majestades los Reyes de Oriente, pidió en Madrid que los niños cuiden la naturaleza, "el bien más preciado", que se esfuercen por conseguir sus sueños y que ayuden a construir un "mundo más justo" en el que convivir en paz pese a las diferencias.

Los niños entregaron ayer esas misivas en las que ponen toda su ilusión y esperanza. Un documento para que expertas, como la psicóloga y coordinadora del Departamento de Orientación del grupo Brains International Schools, Ana Herrero, propone que se fomente la solidaridad entre los niños, que pidan juguetes no sexistas y que promuevan el interés de las niñas por la ciencia y la tecnología.

Ayer, los alcaldes entregaron a los reyes la llave mágica que abre todas las casas de cada ciudad. Horas después, Melchor, Gaspar y Baltasar cumplieron con su trabajo en todos y cada uno de los rincones del Archipiélago.