La buena predisposición de dos sepultureros del Ayuntamiento de El Rosario evitó a la familia de una vecina fallecida en las primeras horas del día 31 que permanecieran de duelo toda la madrugada de Fin de Año hasta el Primero de 2020. Fuentes municipales elogiaron la actitud de los trabajadores municipales a los que desde la Corporación se les trasmitió el deseo de la familia de poder realizar el funeral a última hora del 31, a sabiendas precisamente de la complejidad dado no solo el horario poco habitual sino, además, porque coincidían con un festivo reconocido en el calendario laboral del personal de la Corporación.

Las fuentes consultadas, que solicitan guardar el anonimato tanto de la fallecida como de los mediadores con los trabajadores -ya que se trata de un gesto altruista y solidario-, agradecen la buena disposición demostrada por los sepultureros de El Rosario, quienes, una vez conocer los deseos de la familia de poder adelantar el entierro, para evitar el duelo durante el Fin de Año, hasta se ofrecieron a dejar sus hogares -inmersos en los tradicionales preparativos propios de un 31 de diciembre- para corresponder a los deseos de los vecinos de El Rosario.

Así, una vez se consultó con los trabajadores y consensuado con la familia, el funeral de la vecina de La Esperanza se celebró la tarde (más noche) de la víspera de Primero de Año. Las fuentes municipales consultadas precisaron que el funeral se instaló en la cripta de la parroquia de La Esperanza, por expreso deseo de la familia -como había sido acordado a petición de la familia y con la mediación de la funeraria con el presbítero de la iglesia- y el enterramiento se realizó a las 20:00 horas del pasado martes en el cementerio municipal de El Rosario.

A preguntas de EL DÍA, el equipo de gobierno ha insistido en declinar facilitar dar más datos para preservar la intimidad de la familia, como señal de respeto en tan duros momentos, si bien se han limitado a agradecer la buena predisposición de los sepultureros del Ayuntamiento de La Esperanza, pues gracias a su humanidad y generosidad han contribuido para aliviar, si cabe, el trance de este acontecimiento familiar.

La celebración del enterramiento se realizó por la buena predisposición del personal del cementerio de El Rosario, pues en el municipio no se organizó fiesta con motivo de Fin de Año, lo que evitó que coincidiera una verbena con el duelo de la vecina fallecida. El alcalde de La Esperanza, a título personal, se limitó a agradecer la actitud de los dos sepultureros del camposanto de El Rosario. Así, además de asistir a la ceremonia religiosa para despedir a la octogenaria vecina de La Esperanza, durante su asistencia al cementerio trasmitió su agradecimiento personal por la humanidad demostrada en estos momentos para la familia de la fallecida.