La acción que Gesplan va a llevar a cabo para controlar la población de las cabras asilvestradas que se encuentran en el Parque Rural de Anaga divide a los diferentes colectivos de este entorno, entre los que defienden la necesidad de abatir a estos animales y los que opinan que se debería priorizar la realización de apañadas por parte de los cabreros de la zona.

Para el presidente de la Asociación de Vecinos de El Suculum, José Ángel Rojas, la intención de realizar apañadas en este entorno "no es factible", por lo que se muestra a favor de abatir a los ejemplares. "Ahora mismo la situación es insostenible para los vecinos, se comen todo lo que plantas e incluso causan destrozos en las viviendas", añade. Por eso, es partidario de que se lleve a cabo esta acción a la que vincula "la supervivencia de la agricultura en este entorno".

Lo cierto es que varios informes apuntan que estos rebaños asilvestrados están poniendo en serio riesgo el equilibrio del ecosistema de estos parajes naturales, ya que se están alimentando de flora endémica, algo que a su vez también afecta a la fauna propia del lugar. Las cabras además provocan desprendimientos que pueden causar accidentes y dañan cultivos y propiedades.

Por este motivo, el Cabildo tinerfeño ha dado autorización para que a partir de la próxima semana las cuadrillas organizadas por Gesplan abatan a los animales que se encuentren en puntos inaccesibles y supongan un riesgo. Sin descartar que puedan realizarse apañadas en algunas zonas.

Para el presidente de la asociación Iflanaga, Jesús Arrocha, la administración debería priorizar esta segunda opción ya que considera que abatir a los animales puede suponer un riesgo para las personas que diariamente transitan por el parque. Sin embargo, afirma que es completamente necesario llevar a cabo un control de estos animales.