La planificación para la reurbanización de Ten-Bel y la recepción paulatina de este entorno están ralentizadas. La causa es la lentitud con la que la propiedad privada desarrolla aquellas actuaciones que tiene encomendadas en esa "hoja de ruta", imprescindible para la intervención del Ayuntamiento de Arona en este complejo.

Así lo expone el alcalde, José Julián Mena, quien se muestra decidido "a que Ten-Bel recupere la importancia que tuvo para el desarrollo de esta zona del municipio y para el turismo local, comarcal e insular". El regidor deja claro que "no podemos intervenir en este entorno actualmente, pero con un plan de trabajo como el que tenemos será posible rehabilitar la zona y propiciar para Ten-Bel complejos hoteleros de primer nivel", apostilla.

Mena apunta que hay "buena disposición por parte de la inversión privada" y aboga por que "el proyecto que se ha de desarrollar sea presentado en breve en el Ayuntamiento", que básicamente supone una modificación sustancial del proyecto aprobado ajustándolo al desarrollado y promoviendo mejoras. Debió tramitarse antes del final del mandato pasado.

El alcalde de Arona explica que el objetivo es "producir la recepción paulatina y parcial de lo que fue Ten-Bel inicialmente", en función del desarrollo y cumplimiento de lo planificado. "Trabajamos en esa dirección y esperamos a disponer del proyecto que compromete a la propiedad privada para iniciar nosotros la gestión de los recursos públicos allí emplazados, como la red viaria", explica el alcalde de Arona.

El pasado mes de enero se anunció que "la considerada por muchos como la primera ciudad vacacional de España" recibiría una inversión cifrada en 25 millones de euros para "revitalizar" lo que fue Alborada, actual hotel Annapurna, que vivió un conflicto laboral recientemente.

Las claves

  • En 1963 comenzó la construcción de Ten-Bel, en las inmediaciones de Las Galletas. Fue el germen de Costa del Silencio.
  • Alborada, Drago, Géminis, Maravillas, Bella Vista, Frontera, Primavera y Eureka son nombres que se hicieron populares en el sector turístico, en general, y entre los tinerfeños, en particular.
  • Con 5.200 camas y un centro comercial de la época, durante la década de los 80 del siglo XX vivió un gran esplendor.
  • Michel Albert Huygens, el fundador, murió en 2002. A partir de entonces se aceleró el declive del lugar.