El grupo Coalición Canaria-PNC en el Cabildo de Tenerife solicitó ayer al Estado que cierre el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Hoya Fría tras los recientes altercados y fugas que se han producido durante el último mes. Los nacionalistas informaron de que tras establecer contacto con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Canarias y Cáritas para conocer la situación de este centro, "coincidimos en que a las personas que llegan a nuestra tierra hay que ofrecerles un trato digno y adecuado, algo que no está ocurriendo en Hoya Fría en estos momentos".

Después del cierre del que se ubicaba en Fuerteventura y también del de Barranco Seco en Gran Canaria por los trabajos de rehabilitación, el CIE tinerfeño es el único centro de internamiento de extranjeros que se encuentra operativo en el Archipiélago.

Estas instalaciones han sido muy cuestionadas durante los últimos años. Mientras que muchos consideran que no deberían existir porque opinan que vulneran los derechos de los migrantes, otros advierten que las condiciones en las que se mantiene a estas personas durante su estancia no son adecuadas.

A pesar de que la utilización de estos centros se había reducido notablemente con el descenso en la llegada de migrantes irregulares por vía marítima a la costas del Archipiélago durante los peores años de la crisis, su uso se ha reactivado en el caso tinerfeño tras el resurgimiento de este fenómeno migratorio en los últimos meses.

De esta manera, el CIE de Hoya Fría ha vivido en las últimas semanas varios intentos de fuga por parte de los migrantes que se encontraban internos en este centro. El primero fue el pasado sábado 3 de agosto, cuando 24 personas huyeron del recinto mientras se realizaba un traslado para resolver trámites administrativos. 14 de ellos fueron localizados en los alrededores del centro, dos fueron arrestados en el Puerto de la Luz en Las Palmas de Gran Canaria, mientras que el resto todavía permanece en paradero desconocido.

El centro vivió un segundo intento de fuga el pasado 10 de agosto, en esta ocasión de 15 migrantes, en la que resultó herido un agente de la Policía Nacional. En ambos casos, las autoridades señalaron que no se trató de un motín, sino solo un intento de huida aprovechando el cambio de turno.

El grupo insular de CC lamentó ayer "la situación que ha tenido que vivir la Policía Nacional durante los altercados, en los que varios agentes resultaron heridos", y quiso transmitirles su apoyo en un comunicado.

Los nacionalistas aseguran que es una obligación del Estado asumir la realidad de la inmigración en Canarias y en Tenerife en particular, y debe establecer los medios necesarios para que haya unos Centros de Acogida respetuosos con los derechos de las personas que permitan configurar un nuevo modelo de gestión de los fenómenos migratorios.

CC-PNC también solicitará al Estado en el próximo pleno del Cabildo la recuperación en los Presupuestos Generales del Fondo de apoyo a la acogida, integración y refuerzo educativo de inmigrantes, que fue eliminado en 2012. Esta partida estaba destinada a apoyar los programas para realizar políticas de acogida e integración a través de las autonomías.

Además, el grupo nacionalista de CC-PNC solicitará que se aumenten en los Presupuestos Generales del Estado y corporaciones locales las partidas presupuestarias para el desarrollo por entidades sin ánimo de lucro de programas dirigidos a personas inmigrantes nacionales de terceros países, con el objetivo de promover la plena integración de la población extranjera en la sociedad española y su participación política, económica, social y cultural.

CC-PNC también solicitará al Gobierno de Canarias la elaboración del Plan de Acogida e Integración de Personas Refugiadas e Inmigrantes en Canarias, que deberá realizarse en colaboración con las instituciones regionales, insulares y locales y las organizaciones sociales.

Finalmente, CC-PNC también reclama al Estado el desarrollo de políticas y ayudas al desarrollo y cooperación destinada a los países de origen de la inmigración irregular hacia las costas españolas, aumentando los fondos públicos de cooperación al desarrollo.

Una polémica historia desde su creación en 2003

El Ministerio del Interior decide en 2003 construir un Centro de Internamientos de Extranjeros (CIE) en la Isla. Para ello elige unos terrenos adyacentes al acuartelamiento militar de Hoya Fría, donde se levanta una instalación con capacidad para 250 personas custodiada por 32 policías nacionales. A lo largo de sus 16 años de historia ha experimentado varios intentos de fuga y también ha sido objeto de las críticas de los sindicatos policiales al considerar que la seguridad de la instalación es insuficiente. Diferentes colectivos han solicitado en varias ocasiones el cierre de este centro cuestionando su papel y denunciando las pésimas condiciones en las que residen los internos. Unas denuncias que no solo estaban dirigidas al CIE de Hoya Fría sino al resto de estas instalaciones. Aunque en el año 2012 el Gobierno sopesó cerrarlo debido a que apenas albergaba a ocho extranjeros, finalmente continuó abierto y en la actualidad es el único que sigue operativo en las Islas tras el cierre del de Fuerteventura y del que se ubica en Barranco Seco en Gran Canaria debido a su rehabilitación, aunque todavía no se ha concretado cuál será la función de este edificio en el futuro.