Los turistas que llegaron a la Isla entre abril y junio de este año gastaron algo menos que los visitantes que pasaron sus vacaciones en Tenerife en el mismo periodo de 2018. El gasto turístico descendió en el segundo trimestre algo más de un 4%, un porcentaje que se une a la caída del 13,7% que se registró en los tres primeros meses del año. A pesar de que Tenerife parece estar resistiendo mejor al descenso de turistas que registran otras islas del Archipiélago como Gran Canaria, Fuerteventura o La Palma, los que vienen invierten menos en su estancia.

En concreto, según los datos del Instituto de Estadística de Canarias (Istac), cada visitante gastó una media de 1.061 euros en sus vacaciones, frente a los 1.109 que destinaron en el mismo periodo del año pasado. Un descenso que repercute principalmente en el gasto que realizan en el alojamiento y transporte. Si en el segundo trimestre de 2018 cada visitante pagaba una media de 460 euros por su estancia, este año la cifra se reduce a 442 y de media consumen ocho euros menos en los servicios extra que ofrecen hoteles y apartamentos.

Los turistas pagan menos en transporte, en concreto un 7,7%. Un descenso que también se deja notar en los medios de transporte locales, ya que de media gastaron en torno a 49 euros, frente a los 60 de hace un año.

Además, desciende ligeramente lo que destinan a alimentación y el que hacen en actividades recreativas, culturales y deportivas. Sin embargo, aumentan las compras, ya que frente a los 55 euros que cada turista sacó de su bolsillo para adquirir productos en las tiendas de la Isla entre abril y junio de 2019, este año se eleva hasta los 78, según los datos del Istac.

En total, el sector turístico dejó de ingresar en el segundo trimestre del año casi 20 millones de euros, que se unen a los 198 millones que perdieron durante los tres primeros meses de 2019.

Este descenso del gasto turístico ya lo están empezando a notar los empresarios, aunque dejan claro que la situación todavía no es alarmante, ya que la isla estaba registrando cifras récord las temporadas anteriores y se trata de una caída esperada.

Así lo asegura el secretario del Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST), Javier Cabrera, quien afirma que donde más se está notando este descenso es en la contratación de paquetes vacacionales. "Se está recurriendo mucho a las ofertas para atraer también a los residentes y así llenar los cupos", explica.

La sensible caída de la ocupación que se ha registrado en los últimos meses se debe, según Cabrera, a la entrada en el mercado de muchas camas vinculadas a la apertura de nuevos establecimientos y a la puesta en funcionamiento de los que estaban rehabilitándose. Un retroceso en la ocupación que también tiene sus consecuencias en la oferta complementaria, es decir, en las actividades que realizan los turistas durante sus vacaciones.

Cabrera achaca también el descenso en la actividad de las empresas vinculadas al sector a la reducción de la estancia media de los turistas. "Cuanto menos días pasen aquí tienen menos tiempo para hacer actividades e invertir en la isla", indica.

Aun así, el representante del CEST quiso dejar claro "que no estamos en la situación de hace una década" en la que la desaparición de camas y el cierre de negocios era algo habitual. "A pesar de que las cifras están descendiendo, hay que tener en cuenta que venimos de años con número récord y que en 2011 hubiéramos firmado sin dudarlo por tener estas cifras", reitera.

En este sentido, opina que la isla "está mucho mejor ahora que en aquellos años", ya que ha sabido "rehabilitar establecimientos y espacios públicos", algo que coloca a Tenerife en una mejor posición de cara a la revitalización de destinos competidores.

Teniendo en cuenta el ligero descenso de la actividad turística que están notando ya los empresarios vinculados al sector, el colectivo muestra su preocupación por la previsión para los próximos meses, sobre todo debido a lo que pueda ocurrir con el brexit. "Hasta ahora Tenerife ha resistido mejor porque la caída había sido principalmente de alemanes y nórdicos y nuestro principal mercado es el británico", expone Cabrera, algo que puede cambiar si finalmente el Reino Unido abandona la Unión Europea. "Creemos que estos turistas van a seguir viniendo, pero llegarán menos porque perderán poder adquisitivo", valora.

Sin embargo, los empresarios tienen sus esperanzas puestas en la temporada del invierno, la que tradicionalmente ha sido de más relevancia no solo en la isla, sino en todo el Archipiélago. "Aquí siempre se ha dicho que en verano resistes y en invierno es cuando haces negocio", insiste.

Por lo que aclara que los visitantes que pasan sus vacaciones durante los meses de verano "vienen con el dinero más contado y no hacen tantos gastos", mientras que los turistas de invierno "invierten más y no tienen limitado el bolsillo".