La multitudinaria pelea registrada en la madrugada de ayer en la zona del Cuadrilátero de La Laguna será analizada hoy a petición del Ayuntamiento de Aguere en la Subdelegación del Gobierno. El objetivo es recuperar lo antes posible el dispositivo policial que se estaba desarrollando en ese perímetro de ocio, los viernes y sábados, para garantizar la seguridad de los vecinos. «Lo de anoche [por el pasado domingo] fue una auténtica batalla campal», cuenta Julio en relación a una riña que se armó en cuestión de segundos. «Se escucharon gritos, varios grupos empezaron a repartirse puñetazos y otros jóvenes mostraban armas blancas de distinto tamaño», comenta un vecino de el Cuadrilátero que prefiere mantenerse en el anonimato por las represalias que han recibido en otras ocasiones [rotura de cristales de vehículos, destrozos en los porteros automáticos y daños externos en los locales que han solicitado la presencia policial en la zona].
Los disturbios del pasado fin de semana, los más graves de los últimos meses, no son nada casuales para un grupo de vecinos que perciben que en las últimas fechas se ha «relajado» la presencia policial en un emplazamiento en el que el tráfico de sustancias de estupefacientes y los botellones se ha disparado. Además, se da la circunstancia de que en el Cuadrilátero se reúnen jóvenes canarios y africanos –residentes en los campamentos de Las Raíces y Las Canteras– y es casi inevitable que se produzcan momentos de tensión.
Peleas «telemáticas»
Además de los vídeos que circularon durante todo el día de ayer en redes sociales, en los que se apreciaba la participación de más de medio centenar de jóvenes en los altercados –los equipos policiales están analizando las cámaras fijas instaladas en la zona para identificar y promover una sanción contra los violentos–, los residentes en el Cuadrilátero expusieron que muchos de los agresores, entre los que había algunas chicas, no solo grabaron con sus móviles las distintas peleas sino que convocaron a otros adolescentes que se encontraban en los alrededores de las calles Doctor Antonio González y Elías Serra Ràfolls.
Durante la madrugada de ayer, además, se dio la circunstancia de que uno de los vehículos de la Policía Nacional que había sido enviado a la zona sufrió un accidente camino del punto en el que se estaba produciendo el macroenfrentamiento, circunstancia que motivó el inicio de la acción policial. «En los primeros momentos no había efectivos policiales», aseguran varios testigos y en cuanto se escucharon las primeras sirenas se dispersaron los grupos: algunos jóvenes se escondieron debajo de los vehículos que estaban aparcados o se introdujeron con sus propias llaves en los edificios de la zona.
Ante la dimensión que están tomando los acontecimientos en las últimas semanas –los equipos policiales locales y del Cuerpo Nacional de Policía habían registrado un regreso de jóvenes violentos a la zona desde hace tiempo–, el consistorio de La Laguna no solo tiene previsto informar a la Subdelegación del Gobierno de la gravedad de unos actos que se vuelven a repetir en el Cuadrilátero, sino que se analizará la situación actual en una Junta de Seguridad para reactivar los refuerzos policiales durante los fines de semana.
