Una mujer se quita la vida tras matar a su hijo de 10 años con autismo

Los cuerpos fueron hallados tras llevar varios meses en descomposición

Imagen de archivo de un cordón policial.

Imagen de archivo de un cordón policial.

La Policía ha encontrado los cuerpos en avanzado estado de descomposición de Adalia Baptisa, de 30 años, y su hijo Frederico Baptisa-Mendes, de 10 años, siete semanas después de su fallecimiento, en septiembre del año pasado. Los cuerpos fueron hallados en el piso de protección oficial donde residían, en la zona de Holbeck, Leeds, Inglaterra.

El macabro descubrimiento se produjo después de que la escuela de Frederico alertara a la policía al notar su ausencia después de las vacaciones de verano, considerando que el año anterior había mantenido un récord de asistencia del 100%. El conductor del autobús escolar, Muneer Hussein, quien llevaba a Frederico a la escuela, se preocupó al no recibir respuesta al intentar recoger al niño en septiembre de 2022.

Durante el juicio, Hussein describió a Frederico como un niño alegre y afectuoso. El niño, diagnosticado con autismo en 2019, asistía al centro Richmond Hill Primary, especializado en ayudar a niños con dificultades complejas de comunicación. Adalia y Frederico, originarios de Portugal, llegaron al Reino Unido unos 10 años antes de sus trágicas muertes.

La policía determinó que la fecha probable de las muertes fue el 27 de julio, basándose en la inactividad de sus teléfonos móviles desde esa fecha. La investigación, presidida por el juez de instrucción Oliver Longstaff, concluyó que Adalia planeó meticulosamente los trágicos eventos y que no hubo participación de terceros en las muertes.

Suzanne Hall, detective inspectora de la Policía de West Yorkshire, afirmó que Adalia había estado explorando sitios web relacionados con la eutanasia y métodos para poner fin a la vida de manera rápida e indolora. La madre de Frederico luchaba con la aceptación del diagnóstico de autismo de su hijo, y la investigación reveló que estaba gravemente afectada.

Cíntia Costa, pariente de Adalia, mencionó que su prima sufría de depresión y que la carga de cuidar a su hijo con autismo fue abrumadora. El padre de Adalia, Joaquín Baptista, intentó acercarse a su hija, pero sus intentos fueron rechazados. Finalmente, el juez de instrucción determinó que Frederico fue asesinado y que la madre, Adalia, murió por suicidio.