La Guardia Civil, en la denominada operación Cadcan, desarrollada en Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife, Madrid y Huelva, desarticuló una organización criminal especializada en el tráfico de drogas entre la Península y Canarias. Fueron detenidas siete personas, todas ellas relacionadas con la aprehensión de 20 kilos de cocaína, cien gramos de metanfetamina y tres kilos de fenacetina, que es una sustancia utilizada para el corte y adulteración de estupefacientes.

Los agentes iniciaron las gestiones en marzo del pasado año, al contar estos funcionarios con indicios suficientes que apuntaban a un ciudadano dominicano como posible distribuidor de cocaína en Lanzarote. Con las primeras pesquisas, los agentes pudieron corroborar como dicha persona lideraba una organización criminal ubicada en dicha isla, la cual poseía vinculaciones directas con diferentes puntos de la Península.

De la misma manera, los guardias constataron que esta banda contaba con un elevado número de vehículos preparados con «dobles fondos» para ocultar la droga, distribuidos por varias islas y Madrid, llegándose a contabilizar hasta 22 turismos que habrían estado viajando a través de las diferentes navieras marítimas entre la Península y el Archipiélago, todos ellos supuestamente ligados al transporte de estupefacientes.

Analizada toda la información obtenida y una vez identificados plenamente los integrantes de este grupo, se pudo conocer cómo debido a las restricciones de movilidad derivadas del covid-19, disminuyó de forma considerable el número de trayectos con estos coches. Pero, sin embargo, a medida de que se fue suavizando la normativa, la organización delictiva retomó sus actividades a finales del pasado año, por lo que se procedió por parte de los investigadores a tener un control más exhaustivo de sus movimientos. Por todo ello, los agentes pudieron corroborar como la banda tenía fijada su base principal en Lanzarote, habiéndose desplegado y asentado en Fuerteventura y Tenerife, contando también con un fuerte apoyo en Madrid como punto de partida de la droga.

Toda esta diseminación de sus integrantes se había generado en consonancia con el paulatino aumento de los transportes de estupefacientes a Canarias y, por tanto, con la pretensión de ampliar su red de venta de narcóticos. También se pudo averiguar que disponían de varias viviendas en las tres islas, utilizadas como caletas (escondites) de la droga y alojamiento transitorio de sus miembros. Una de las mencionadas casas, en Lanzarote , también era usada como laboratorio para la adulteración de la sustancia estupefaciente llegada desde la Península.

Otra vía de investigación se centró en la localización de los posibles lugares donde se pudiesen estar manipulando los vehículos. Dichos automóviles contaban con sofisticados compartimentos para la ocultación de la droga de complejo acceso y muy difícilmente detectables en inspecciones policiales. Como ejemplo, en el muelle de Huelva se pudieron detectar dos turismos que pretendían embarcar con destino a Canarias 13 kilos y otros 2,3 de cocaína, respectivamente.

Tras estos hechos, los principales integrantes de la organización barajaron la posibilidad de marcharse del país para eludir posibles detenciones. Esa alternativa obligó a la inmediata explotación de la operación por el Instituto Armado y la detención de los responsables como presuntos autores de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas.

Igualmente, los guardias civiles llevaron a cabo varios registros domiciliarios, donde se intervinieron más cantidad de dicha droga y metanfetamina, sustancias de corte como la fenacetina, 23.000 euros en metálico y una pistola real municionada, dispuesta para su uso, además de una prensa hidráulica y todo tipo de moldes y accesorios necesarios para la adulteración de la sustancia ilícita.

Los investigadores dan por desarticulado este grupo criminal, muy activo en el Archipiélago, así como toda su red de transporte y distribución. Las actuaciones fueron llevadas a cabo por parte del Equipo Contra el Crimen Organizado de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil con sede en Canarias, junto a los E quipos de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de las comandancias de Huelva y Madrid, apoyados por diversas unidades más de Las Palmas, Tenerife y Madrid.