La madre de las niñas desaparecidas desde el martes de la semana pasada, Beatriz Zimmermann, reclama la colaboración ciudadana por si alguna persona logra ver e identifica a sus hijas y se puede poner en contacto con las autoridades para facilitar su ubicación. Para lograr ese objetivo, Zimmermann divulgó nuevas fotos individualizadas de sus hijas en las que se pueden ver con claridad los rasgos de sus rostros. Además, de forma paralela, en las redes sociales también se mostró un vídeo en el que ambas niñas, Olivia y Anna, intercambian besos ante la presencia de su progenitora en una vivienda.

Los investigadores de la Guardia Civil mantienen abiertas todas las hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido con las pequeñas y su padre, Tomás Gimeno, desde la noche del martes 27 de abril. Y ayer se cumplió la primera semana desde que ambas menores fueron vistas por última vez, sin que el esfuerzo de la Guardia Civil, tanto a nivel de investigación como de búsqueda por tierra, mar y aire, haya arrojado todavía algún avance significativo, al menos que haya trascendido a la opinión pública de forma veraz. El delegado del Gobierno en el Archipiélago, Anselmo Pestana, ofreció una rueda de prensa en la que también reclamó la colaboración ciudadana por si se localiza a ambas niñas en cualquier lugar.

Pestana recordó que la búsqueda de las tres personas se inició el pasado miércoles, después de que desde la noche anterior se tuviera conocimiento de su desaparición. El 28 de abril, a las 17:40 horas, fue hallada la embarcación de Gimeno sin ocupantes y a la deriva a una milla náutica de El Puertito de Güímar, lo que provocó un “intenso trabajo” para la localización del adulto y las menores. “Hemos querido estar aquí también apoyando a las unidades, tanto de investigación como de búsqueda, que están realizando un trabajo” sobre “el que estamos todos atentos y pendientes del éxito” de tales tareas, dijo el delegado.

Sobre todo, por mar

Además de destacar la implicación de los diferentes recursos de la Guardia Civil, el delegado resaltó las acciones de tripulaciones de Salvamento Marítimo, en cuanto a las tareas de búsqueda en el mar, así como desde el aire gracias a la Unidad de Helicópteros del Instituto Armado, del Helimer 211 de Salvamento Marítimo, así como de una aeronave del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno canario. El rastreo para tratar de dar con el paradero de Tomás, Olivia y Anna se efectúa por tierra, mar y aire, pero, sobre todo, en el mar. El delegado recordó que la búsqueda en el medio marino se ha ampliado hacia el Sur de Tenerife.

Pestana recordó que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar declaró el secreto de sumario sobre las actuaciones, por lo que apeló al respeto a esa medida, más allá del deseo de información y de las ganas de mucha gente de la sociedad civil de encontrar elementos de prueba que puedan ayudar a la investigación. En ese punto, apeló a la colaboración ciudadana, que es «fundamental siempre», dijo Pestana.

Comprensión

El delegado aseguró a los medios de comunicación que esperaba hablar con la familia de las menores durante la jornada de ayer; “toda la comprensión y apoyo a la familia de la sociedad canaria y española; sabemos el nivel de sufrimiento que pueden tener ante la desaparición de Anna y Olivia”. Según Pestana, el equipo de investigación está muy volcado y comprometido; a la vez que añadió que la sociedad se halla pendiente de la resolución del asunto, “pero hay una familia detrás y hay que preservar esa esperanza que tienen de encontrarlos con vida; ojalá eso pueda ocurrir”.

Horas decisivas

Desde la tarde del 27 de abril hasta que aparece el barco, casi 24 horas después, hay varias franjas horarias en las que todavía no se sabe dónde pudo estar Tomás Gimeno. Sus padres afirman que se despidieron de las pequeñas a las 19:30 horas del martes. Desde ese momento hasta que fue captado por cámaras del puerto deportivo Marina Tenerife pasaron dos horas exactas. Tras cargar bolsas en su embarcación, partió 20 minutos después, a las 21:50 horas. ¿Dónde estuvo y qué hizo en la hora y cuarenta minutos siguientes? Entre otras cosas, poco antes de las diez de la noche habló por teléfono con su expareja; una conversación en la que, por primera vez, se mostró tajante en la idea de que no volvería a ver a las niñas ni a él.

A las 23:30 regresó a Marina Tenerife para ir a una gasolinera, comprar un cargador de móvil y recargar la batería de su terminal en el puerto. A las 00:30 horas volvió a partir. Sesenta minutos después Tomás y Beatriz volvieron a hablar sobre su relación y el hombre insiste en su mensaje anterior de despedida.

Uno de los retos de los profesionales del Instituto Armado es saber cuándo y en qué lugar el empresario dejó su embarcación a la deriva. La lancha con motor fueraborda fue localizada frente a las costas de El Puertito de Güímar. Patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y embarcaciones de Salvamento Marítimo han realizado batidas en líneas paralelas y perpendiculares frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife, el Sureste y el Sur de la Isla. De forma concreta, la búsqueda se ha extendido entre Punta de Anaga y Punta Salema (cerca del Faro de Rasca), en Arona. Y en las últimas jornadas ese trabajo se ha expandido también hacia el litoral de La Gomera.

Esquilón hace unos tres años que no tenía ancla, en el sentido de que la ausencia de este elemento náutico no puede achacarse a los últimos acontecimientos por la desaparición de Tomás, Olivia y Anna. Sobre la relación de Beatriz y Tomás, comentó que era «normal». «Desde fuera, una pareja perfecta, chicos guapos, inteligentes, la típica pareja ideal», aseguró Javier. Durante años, dicho matrimonio residió en la finca familiar situada en la zona de Guaza, en Arona. Desde hace casi un año y medio, Tomás y Beatriz se trasladaron a Igueste de Candelaria, antes de su separación

La sangre de la lancha es de Tomás Gimeno

Los restos sanguíneos encontrados por agentes del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en la inspección realizada en la jornada del pasado jueves en la embarcación de Tomás Gimeno corresponde a este hombre de 37 años de edad, según la información divulgada en la jornada de ayer por Efe. Así se divulgó después de que en la tarde del lunes se descartara que la sangre correspondiera a alguna o a las dos menores, Olivia y Anna. Además, en declaraciones a Telecinco, un hombre que se identificó como Javier aseguró que el rastro biológico podría ser suyo, ya que hace años salió en la lancha de Gimeno y en un saltó sufrió una lesión en un pie y manchó el suelo de la barca, tal y como le recordó estos días un amigo común suyo y del empresario desaparecido. Durante las mismas declaraciones, Javier aclaró que el barco.