Hace unos 35 años, el piloto de un Seat 124 arrolló a varias personas en una curva de izquierda y algunas sufrieron lesiones graves en la Subida a Tamaimo. La prueba se suspendió y la conmoción fue general entre aficionados y pilotos. Desde entonces, ha habido muchos otros accidentes graves en muy diversas competiciones. Las normas de seguridad y la conciencia de los espectadores han mejorado mucho. Pero es evidente que falta algo por hacer, tras la muerte de un vecino en el Rallye Ciudad de La Laguna el pasado sábado. Las personas consultadas coinciden en que, más allá de buscar culpables o responsables, se deben buscar propuestas en común para seguir avanzando en este ámbito.

Para el presidente de la Federación Canaria de Automovilismo, Benito Rodríguez, "falta que la gente haga caso a las señalizaciones de los organizadores", ya que un piloto "puede controlar su vehículo en un 90%, pero no en el 10% restante". Rodríguez dice que algunos espectadores evitan los lugares prohibidos hasta que acaba de pasar la caravana de seguridad (coches de la organización que vigilan la ubicación de las personas junto a la vía) y, después, se ponen donde quieren". Insiste en que los aficionados juegan un papel clave.

"Los quitas y se vuelven a poner"

Una fuente de la organización del Rallye Ciudad de La Laguna manifestó que, hasta antes de pasar el coche cero, no había nadie en la curva donde fue arrollado el varón de 72 años. Y, al igual que Rodríguez, este hombre apunta que otras veces "los quitas y se vuelven a poner", por lo que reconoce que está cansado de estas situaciones. Durante décadas, los aficionados se colocaban donde les apetecía. Desde hace unos seis años aproximadamente, las escuderías organizadoras utilizan cintas plásticas para delimitar los espacios en los que está totalmente prohibido colocarse u otros donde no hay riesgo para el espectador. Los comisarios que se reparten a lo largo de un tramo con banderas pueden aconsejar a los aficionados que no se sitúen en un determinado sitio peligroso, pero carecen de autoridad para obligarlos a cambiar de lugar. Ahora, como antes, depende del sentido común o conciencia del aficionado que haya verdadera seguridad en cada curva o cada recta.

El presidente de la Federación Tinerfeña, Francisco Negrín, prefirió que de este asunto hablara un experto. Sobre la posibilidad de tener agentes de los cuerpos de seguridad en varios puntos de los tramos, Jesús Márquez, técnico especialista en Seguridad y colaborador del citado órgano federativo desde 2004, señala que "hay que partir de la base de que la Dirección General de Tráfico en el 2018 impartió una instrucción en la que se determina que la presencia de la Guardia Civil de Tráfico en los cortes de tráfico de los tramos cronometrados no era precisa, siendo personal habilitado de la organización el que debe hacerse cargo de los mismos". Así la Federación forma a miembros de escuderías y voluntarios de Protección Civil en esa materia. Márquez matiza que "la capacidad operativa de las fuerzas y cuerpos de seguridad ha hecho que sean las mismas organizaciones las que tengan que asumir esa sobrecarga de personal". "La presencia de los agentes de la autoridad solo se solicita y autoriza en los puntos concretos más conflictivos", según dicho técnico. Aclara que "se ha pasado de tener espectadores al borde de la calzada a colocarlos en lugares elevados y en zonas delimitadas". Comenta que "la importancia de la seguridad ha sido uno de los cabalos de batalla en la última década".

Márquez señala que, desde 2013, en algunos casos los gastos presupuestarios de los organizadores en esta materia se han triplicado, a través de planes de autoprotección, con los que han aumentado los medios materiales y recursos humanos.

Se ha mejorado mucho

Cipriano García, periodista y director de Kronómetro Cero, lleva tres décadas informando sobre deportes del motor. Recuerda que en los años 80, decenas de aficionados ocupaban la vía y solo salían corriendo cuando el coche de carreras estaba a pocos metros. Explica que eso ya no pasa y se ha mejorado mucho en seguridad en los últimos años. Y a ello hay que sumar el mejor equipamiento de los vehículos de competición. García apunta que desde las federaciones se debería dar charlas a los vecinos de aquellos pueblos en los que un tramo se disputa por primera, segunda o tercera vez, para aumentar la conciencia de los residentes de que se trata de un deporte de riesgo. Ese era el caso, por ejemplo, del tramo donde ocurrió el atropello mortal del pasado sábado. Y, por supuesto, piensa que hay que seguir mentalizando a los aficionados que acuden con frecuencia a las pruebas, entre los que hay una parte que no hace caso a las normas. Sobre el accidente del último rallye, Cipriano García comenta que "hubo un cúmulo de cosas". Aclara que el hombre fallecido en Agua García estaba detrás de una cinta roja, es decir, en zona prohibida.

El director de Kronómetro Cero pide reflexionar sobre si había lugares más adecuados para situar la meta del tramo La Esperanza-Tacoronte. Es decir, donde tras la meta no hubiera una curva cerrada antes de llegar al control-stop (donde se da el tiempo a cada equipo y se firma el carné de ruta). Y matiza que el piloto implicado no es un novel, sino que ha corrido varias temporadas y hace dos años ganó el trofeo Opel Corsa.

A lo largo de esta temporada, García se ha quejado varias veces en su programa sobre el comportamiento de algunos pilotos o conductores del coche cero (el que pasa antes del primer participante), ya que van "a fondo" sin las suficientes medidas de seguridad y lejos de cumplir su misión de avisar de que viene el "número 1". Desde hace años, este periodista, junto a pilotos, acude a institutos a aconsejar a los adolescentes para que no corran en las calles y a lo loco, sino en pruebas oficiales, donde existe más seguridad para competidores y aficionados.