Docentes de educación especial piden más recursos frente a las agresiones

El profesorado de los centros se siente desprotegido por la Consejería y demanda personal específico para afrontar los actos violentos del alumnado

Centro de Educación Especial en Canarias.

Centro de Educación Especial en Canarias. / ED

Hace casi una semana que Helena (nombre ficticio porque prefiere preservar su identidad) solicitó la baja del Centro de Educación Especial (CEE) en el que trabaja. Agotada, revela que no ha podido seguir aguantando las agresiones constantes entre el propio alumnado y hacia los docentes. La docente entiende que al ser menores con Necesidades Educativas Especiales (NEE) es un asunto delicado, pero considera que el profesorado no puede desarrollar su labor de forma eficiente si debe ejercer acciones de contención o tareas de cuidados.

"En el centro suceden cosas que no deberían suceder y la Consejería de Educación está mirando para otro lado. Es un trabajo muy bonito, pero no disponemos de recursos y no quiero seguir normalizando lo que está pasando. ", lamenta Helena. Uno de los problemas es que en estos centros también se reubican a menores que, a su juicio, deberían estar en otro tipo de recursos sociosanitarios. "Los docentes de educación especial no somos especialistas en problemas de psiquiatría, eso requiere de otro profesional cualificado (...).  Estamos mezclando niños inadecuadamente", añade.

Helena detalla que durante las jornadas, en ocasiones, se ven obligados a pedir la intervención de agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de sanitarios, pero la intervención es compleja al ser menores. "Es como una tela de araña", lamenta. Por ello, demanda a la Consejería personal de seguridad y más auxiliares para poder terminar el curso e iniciar el siguiente.

Casi 2.500 alumnos

En Canarias existen doce Centros de Educación Especial en los que se escolariza exclusivamente al alumnado con Necesidades Educativas Especiales que requiera de adaptaciones y recursos muy específicos o excepcionales, así como un mayor grado de supervisión y ayuda para el desarrollo de actividades. Y según datos del Ministerio de Educación, en el Archipiélago hay 2.415 alumnos escolarizados en este tipo de centros o en aulas enclave de carácter público. Por contra, es la comunidad autónoma con el menor porcentaje de este tipo de estudiante escolarizado en enseñanzas ordinarias de toda España: un 73,1%, por el 84,2% nacional.

Este tipo de centros cuentan con una regulación específica: un docente especialista como tutor por cada cinco estudiantes; un maestro especialista en Audición y Lenguaje por cada 20 estudiantes; un auxiliar educativo por cada siete alumnos; un adjunto de taller por cada 16 y un orientador por cada 80. Las aulas, en cualquier caso, no pueden superar los cinco alumnos en todas las etapas de los CEE; si hay casos graves de trastorno de conducta, se intenta que sea una ratio de tres.

Bajar ratios y más personal

Al respecto, el sindicato ANPE considera que "las ratios son muy elevadas teniendo en cuenta las necesidades especiales del alumnado" y pide aumentar el número de especialistas, tanto los de Audición y Lenguaje, orientación, como los auxiliares. El profesorado, además debe recibir formación y herramientas que le permitan defenderse y contar con el apoyo de "una figura específica en estos centros dirigida a contener los actos violentos de forma segura".

El sindicato agrega que el trabajo de los docentes en los CEE "tienen unas particularidades muy específicas (...) muy duro y exigente tanto desde el punto de vista psicológico como desde el punto de vista físico". En concreto, señala que los docentes a menudo sufren "insultos, amenazas y se producen frecuentemente agresiones físicas, en algunas ocasiones con un elevado grado de violencia". En cualquier caso, aclara que en ningún momento se puede culpar al alumnado de estas situaciones, pero sí demanda a la Consejería que habilite más recursos para hacerles frente.

Atención psicológica

Al respecto, la Consejería de Educación reconoce el "desgaste psicológico y emocional" de todo el colectivo de docentes, pero en particular de aquellos que trabajan en los Centros de Educación Especial. Si bien, aclara que son puestos de provisión voluntaria y ningún profesional está obligado a ir, salvo en sustituciones. Si bien, para hacer frente a esta realidad, fuentes del área que dirige Poli Suárez recuerda el convenio firmado con el Colegio de Psicología en las Islas para ofrecer asesoramiento y apoyo en general. La Consejería también valora el reconocimiento de la función este colectivo concreto de docentes como trabajo de especial dificultad para los concursos de traslados o de oposiciones. Y, a su vez, una bajada de ratios.

La Dirección General de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión e Innovación espera poder reunirse con los equipos directivos de los doce Centros de Educación Especial que existen en el Archipiélago. En este sentido, fuentes del área cuentan que se trabaja en un nuevo decreto de convivencia con un apartado específico para la gestión del alumnado con necesidades específicas especiales, pues hasta ahora está sujeto a las mismas medidas que el resto. “La perspectiva de crecimiento personal, de comprensión o de aprender a partir del error de un alumno escolarizado en un aula primaria no es la misma que la de una persona con una discapacidad intelectual. Se hace necesario una gestión de la convivencia diferenciada. Y en esa línea estamos actuando porque es una demanda de los equipos directivos de los CEE”, apuntan desde la Consejería de Educación.