Educación

La ULL ahorra casi un 25% en la factura de la luz gracias a la utilización de placas fotovoltaicas

Ya son seis los edificios con este sistema y la institución académica ha proyectado intervenciones en otros 21 a lo largo de este año, así como la puesta en marcha de nuevas bombas de calor para el agua

Placas fotovoltaicas en el Estabulario de la Universidad de La Laguna.

Placas fotovoltaicas en el Estabulario de la Universidad de La Laguna. / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

La Universidad de La Laguna (ULL) ahorró en el último año casi un 25% en la factura de la luz gracias a la instalación de placas fotovoltaicas. Estas infraestructuras han entrado en funcionamiento en seis de los principales edificios del campus universitario a partir del mes de marzo del pasado año y ya están de demostrando un beneficio para la institución académica. En concreto, la instalación de placas fotovoltaicas en el edificio de la Facultad de Aparejadores supone un 38% de ahorro en la factura de la luz con respecto al año 2022; en Biología se ha reducido el gasto un 24%; en Ciencias de la Comunicación, un 27%; en el Servicio General de Apoyo a la Investigación de la Universidad de La Laguna (Segai), un 33,7%; el Estabulario, un 6%; y la Facultad de Derecho, un 21%.

Además de estos seis edificios con instalación fotovoltaica, la ULL ha proyectado intervenciones en otros 21 a lo largo del presente 2024 y el próximo 2025 para avanzar en la senda de la sostenibilidad, y por eso también se ha hecho con la declaración por parte de Endesa de que ha adquirido 100% de energía renovable para 2023 en baja tensión, lo que supone una disminución en la huella de carbono de la Universidad. En este sentido, las emisiones totales del año 2022 –el último del que se tienen datos hasta el momento puesto que se acaban de aprobar los factores de emisión del 2023– en alcance 1 y 2 son equivalentes a 3.209,29 toneladas de CO2.

En paralelo a la instalación de placas fotovoltaicas, la ULL también ha instalado una bomba de calor con apoyo de instalación solar térmica en el Colegio Mayor Santa María para mejorar el agua caliente sanitaria, produciendo en el último ejercicio un ahorro del 42% con respecto al 2022. En el caso del Colegio Mayor San Agustín, el ahorro ha sido de un 29%. Además, en los últimos tiempos también se ha incrementado la flota de vehículos y cargadores eléctricos.

A pesar de todas estas iniciativas, en la valoración realizada en 2023, los resultados de la ULL en el ámbito de la sostenibilidad ambiental no han superado la evaluación de la CRUE, al igual que ha ocurrido en ediciones anteriores. En este sentido, la vicerrectora de Sostenibilidad e Infraestructuras, Candela Díaz, explica que ese resultado en la valoración «nos obliga a reordenar nuestras prioridades y, sobre todo, seguir demostrando lo que ya estamos haciendo, que es apostar por un consumo responsable y por el uso de energías renovables con todas nuestras infraestructuras».

Así, además de elaborar su propia Agenda 2023, todas las obras proyectadas, tanto de gran envergadura como las de pequeño calado, tendrán en cuenta la sostenibilidad medioambiental. «Ya no hay camino sin la sostenibilidad», sentencia la vicerrectora, quien destaca que, además de este aspecto crucial, «nuestro equipo tiene claro que es primordial apostar por la seguridad» porque Díaz recuerda que la ULL está compuesta por medio centenar de edificios con una antigüedad elevada ya que los más recientes superan incluso los 30 años. En esta línea, la responsable también destaca la necesidad de una accesibilidad universal a todos los espacios.

La mayoría de estas intervenciones son consideradas obras menores pero no por ello su ejecución es más sencilla puesto que, recuerda Candela Díaz, las solicitudes son numerosas y, además, en su mayoría han de realizarse durante el periodo lectivo, debido su urgencia, por lo que es complicada su organización. «Todo esto nos supone un desafío logístico importante porque es necesario coordinar las actuaciones sin interrumpir las operaciones diarias y prácticamente el 100% de los espacios de la ULL están ocupados diariamente», reconoce la vicerrectora quien añade que precisamente por esa razón también es necesario proyectar la creación de nuevas aulas.

En cuanto a estas intervenciones consideradas obras menores, destacan dos tipos de problemas a abordar. En primer lugar, muchas intervenciones se centran en la mejora del sistema eléctrico: «Contamos con edificios muy antiguos y cuando se diseñaron solo se pretendía que tuvieran una buena iluminación pero ahora tenemos que hacer frente a la brecha digital, por lo que es necesario fortalecer nuestro sistema eléctrico y eso es muy complejo porque tenemos edificios muy antiguos», relata la vicerrectora, quien habla así de la necesidad de dotar de tomas de corriente a los diferentes espacios para que la comunidad universitaria pueda cargar sus dispositivos electrónicos.

A pesar de estas líneas de actuación consolidadas, Candela Díaz reconoce que existe una debilidad importante para la ULL, que es la falta de financiación que viene produciéndose desde el año 2008. «Esperamos que el contrato programa que se está negociando con el Gobierno de Canarias nos permita acceder a una financiación con la que podamos afrontar todos los retos que tenemos», avanza la vicerrectora, quien considera una de las prioridades intervenir en los cuatro centros de alojamiento universitarios.