La ULL estrena su Aula Abierta en el Jardín Canario del Campus Central

Es un espacio al aire libre que ha podido entrar en funcionamiento gracias a los presupuestos participativos y del que ya disfrutan estudiantes y la sociedad en general

Un momento de una de las actividades en el Aula Abierta ubicada en el Jardín Canario del Campus Central de la ULL.

Un momento de una de las actividades en el Aula Abierta ubicada en el Jardín Canario del Campus Central de la ULL. / María Pisaca

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

La Universidad de La Laguna (ULL) continúa regalando conocimiento y espacios a la sociedad, unos servicios que cada vez son más conocidos por la ciudadanía y de los que se están beneficiando los más variados sectores. Este es el caso de la recién inaugurada Aula Abierta del Jardín Canario del Campus Central, un lugar que se está viendo beneficiado, además, de las convocatorias de presupuestos participativos de la ULL. Se trata de un espacio cultivable de algo menos de 6.000 metros cuadrados en un terreno de unos 11.000 metros cuadrados.

Ubicado en los jardines que se encuentran junto al Colegio Mayor San Fernando, y donde hoy en día se ubica la escultura del Padre Anchieta, este jardín se desarrolla desde que en el año 2013 el Ayuntamiento de La Laguna devolvió este terreno a la institución académica. El objetivo ha sido dar forma a un jardín de especies canarias que incluya la mayor colección posible de especies nativas de Tenerife. Las diferentes parcelas reflejan los pisos de vegetación principales de la Isla y con ellas se ha dado forma a un parque educativo gracias al cual se rompe con el concepto de parque estético u ornamental y que busca dar a conocer a la población la biodiversidad canaria.

«Nos encontramos en uno de los lugares más ricos del mundo en cuanto a endemismos por kilómetro cuadrado», recuerda Borja Arizón, responsable de este espacio y miembro del Servicio de Parques y Jardines de la ULL. Precisamente las características climáticas de La Laguna han provocado que los técnicos tenga que ir ajustando el cultivo de las diferentes plantas, para lo que se están redactando cuadernos que esperan poder publicar en un futuro y donde se dará información sobre cómo se deben realizar determinados cultivos para según qué plantas en un ambiente como el del municipio lagunero.

Tras este ingente trabajo, explica Arizón, «creíamos muy necesaria la creación de un aula», no solo para dar a conocer los detalles del jardín sino también para que los estudiantes de la propia universidad puedan recibir sus lecciones al aire libre. «No importa la materia», asegura el encargado, quien celebra que a lo largo de los últimos meses se han llevado a cabo numerosas actividades en este espacio. De hecho, el año pasado pasaron por este jardín unas 3.000 personas participantes en diferentes acciones.

El jardín, y poco a poco también el aula abierta, se ha convertido en un espacio que sirve para realizar prácticas de los propios alumnos porque, como explica Borja Arizón, durante las Jornadas de Biodiversidad y Sostenibilidad Canaria de la ULL, que tienen lugar estos días, se ha formado a los estudiantes de la Facultad de Educación para que se conviertan en maestros durante estas actividades. «Hacen el parque suyo y nosotros les damos recursos», resume el encargado, quien explica que también se llevan acciones similares con estudiantes del Ciclo Superior de Técnico de Educación y Control Ambiental.

A pesar de que muchas de las actividades que se desarrollan en este espacio están agendadas, Borja Arizón matiza que no siempre es necesario ponerse en contacto con el Servicio de Parques y Jardines y ya son muchos los centros que acceden a este lugar de manera libre para impartir algunas clases. En este sentido, recuerda que «la Universidad es de todos, es una institución social y no queremos que se pierdan las ideas por que se queden aquí encerradas». Así, recuerda que el Jardín Canario del Campus Central de la ULL está abierto todos los días hasta las once de la noche, excepto unos diez días al año por vacaciones de la Universidad.

Pero este espacio no va a quedarse tan solo en esto ya que Borja Arizón anuncia que volverá a presentar alguna propuesta a los presupuestos participativos de la ULL para la colocación de papeleras, así como para crear un centro de observación de aves porque «lo que queremos es seguir aportando calidad científica», concluye.