Emilio de Fez lanza propuestas para mejorar la docencia en su libro ‘Una selva antieducativa’

El profesor y ahora escritor publica un nuevo libro donde da su opinión sobre los problemas de la educación en España

Detalle de la portada del libro de Emilio de Fez.

Detalle de la portada del libro de Emilio de Fez. / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Una selva antieducativa. Así define Emilio de Fez la situación actual del sector en España. Con el objetivo de aportar su granito de arena ha publicado un nuevo libro del que ya está preparándose su séptima edición y en el que el que fuera docente realiza un repaso por los grandes problemas de la enseñanza nacional y se atreve a proponer posibles medidas con las que frenar una deriva que, indica, no se revierte únicamente con mayor financiación.

El profesor jubilado canario Emilio de Fez recuerda que «el nivel cultural de cualquier país lo determinan los seis primeros años de escolarización» y sostiene que «los maestros son la piedra angular, el cimiento imprescindible», pero es rotundo al indicar que «la enseñanza en España está mal desde los últimos años de la década de 1990» porque «se están regalando títulos y se está premiando la ignorancia». «La situación de la mayoría de los centros públicos de Enseñanza Obligatoria es nefasta» y añade que «es casi imposible que la Formación Profesional, incluso la Dual, tenga la eficiencia deseable, porque muchas personas que la cursan, además de que llegan sin hábito de trabajo ni sentido de la responsabilidad, no saben interpretar sus libros».

Así, Emilio de Fez ha escrito Una selva antieducativa para «generar una dinámica optimizadora de nuestro sistema educativo» y con el objetivo de propiciar acuerdos claustrales en los colegios e institutos que exijan al Gobierno y a todos los políticos la derivación de los alumnos conflictivos a colegios e institutos especiales. Con el objetivo de lograr un cambio real, Emilio de Fez no solo ha lanzado este libro, que se puede adquirir a través de Amazon o en las librerías Lemus y El Águila de Tenerife, sino que además existe una versión gratuita a la que se puede acceder por internet.

De Fez ya está jubilado pero la docencia ha centrado su vida puesto que, afirma, decidió ser profesor cuando tan solo tenía 15 años. Se formó en la Universidad de La Laguna (ULL) y realizó varias estancias en Escocia e Irlanda del Norte antes de dedicarse, durante más de veinte años, a impartir clases. Ya cuando viajó al extranjero comenzó a comprobar que la enseñanza en países como Inglaterra comenzaba a deteriorarse y, añade, «lamentablemente, con la Logse, en 1990, España siguió el mismo camino».

En Una selva antieducativa, el que fuera docente habla sobre algunas de las deficiencias que dinamitan la consecución de los objetivos de los estudiantes de Primaria y Secundaria en España. Las propuestas de este libro parten de la base de que la Educación no requiere más inversión sino, como cualquier otra empresa o actividad, «autoridad, normas idóneas, desburocratización, orden, exigencia, control y organización».

En primer lugar, De Fez propone establecer, como se hace en los países que encabezan el ranking de los informes PISA, pruebas externas bienales en Primaria y Secundaria para supervisar el cumplimiento de los objetivos esenciales señalados en los planes de estudio. También hace referencia a los episodios de acoso escolar que se vienen repitiendo en la actualidad en las aulas, tanto entre el alumnado como entre el profesorado. Para darles a todos los miembros de la comunidad educativa el respeto que merecen «es imprescindible e inaplazable derivar a centros de reeducación el escaso 5% de alumnos cuyo comportamiento obstruye sistemáticamente el trabajo de maestros y profesores e imposibilita una adecuada formación de sus compañeros». «Sin esos centros seguiremos tirando el dinero a la basura», sentencia el autor del libro, quien hace hincapié en la necesidad de «castigar los atropellos a la dignidad de alumnos y profesores».

Emilio de Fez también habla de la posibilidad de que los alumnos que hayan titulado en Primaria y no deseen cursar la Enseñanza Secundaria, y que al menos tengan 13 años, puedan tener acceso a la formación laboral por las vías que se fijen. «Formación obligatoria sí, pero escolarización forzosa a partir de los 13 años, no», resume.

El autor y antiguo profesor hablar de que «ha habido un miedo increíble a ejercer la autoridad» y por eso celebra avances en materia educativa como lo que han tenido lugar recientemente con la prohibición del uso de teléfonos móviles en las aulas. «Ya era hora», afirma de forma escueta y llama la atención sobre la disciplina que se experimenta en las aulas de países como Japón o en Alemania que además, curiosamente, se encuentran a la cabeza de los informes PISA en las últimas ediciones.