La ULL se queda fuera del aumento de las plazas de Medicina aprobado por Sanidad

La falta de profesionales en las consultas del Sistema Nacional de Salud llevó al Ministerio de Sanidad a aprobar un gasto específico para aumentar las plazas de la carrera de Medicina de todo al país. Más de 706 nuevas en todo el territorio español, salvo en Tenerife: la Universidad de La Laguna se ha quedado fuera de este reparto de fondos y mantendrá un cupo de 135 en la titulación impartida en el Campus de Ofra.

Según explica el vicedecano de la Sección de Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud, José Luis Pais, en el momento en que salió la posibilidad de concurrir a esta ampliación y, tras debatirse en la Junta de Facultad, se comunicó a la Universidad de La Laguna la aceptación de la propuesta para acoger a más alumnado «con la condición de que los fondos asociados se destinaran a la contratación de personal».

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Y es que, según desgrana el responsable de la formación en Medicina, la falta de personal docente es uno de los problemas actuales de la titulación, sobre todo en lo que se refiere a profesorado propio de la ULL. «Hemos pasado s de 92 docentes funcionarios a principios de los 2000 a solo 20 este curso académico y de ellos se jubilan tres el próximo año». «No se puede atender la formación al alumnado dependiendo de personal externo», insiste el responsable de la Sección de Medicina.

Es por ello que fuera su primera preocupación cuando se planteó la posibilidad de aumentar el número de alumnos, pero llegó la negativa. «Desde el Rectorado nos comunican que no es posible vincular esos fondos al capítulo de personal», explica Pais, quien sin embargo señala que a pesar de ello se volvió a debatir la posibilidad de concurrir a esta oferta del Ministerio de Sanidad.

«Por responsabilidad social, entendíamos que se debía hacer el esfuerzo de ganar esas plazas de alumnado», señala el vicedecano quien sostiene que desde el centro académico se entiende que es necesario paliar el déficit de médicos en el sistema de salud. Así se trasladó a la ULL, pero «ya era tarde y estaba la convocatoria cerrada», informa.

De esta manera, finalmente la institución lagunera se queda con 135 plazas para nuevos estudiantes, aunque podrían haber llegado a 150 alumnos. En ese sentido cabe destacar que la importancia del cupo de esta carrera radica no solo en la demanda de profesionales por parte del sistema sanitario sino que además se trata de la titulación más solicitada por parte de los estudiantes que aspiran a iniciar estudios universitarios en La Laguna.

La compleja realidad

Ante ambos datos, el vicedecano admite que sería recomendable ampliar el cupo, pero la realidad del centro lo pone cuanto menos complicado. Para empezar se encuentra la necesidad de mejorar la dotación de personal, que incluye los facultativos que deben ofrecer la formación práctica a alumnos en los centros sanitarios públicos, una cuestión que además se ha ido complicando con el paso de los años y con los cambios de la normativa.

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«Necesitamos más médicos que acojan a los estudiantes porque son muchos alumnos en los últimos cursos, cuando se hacen prácticas, y ahora solo se permite a tres personas con el médico en consulta. No nos dan las cifras», comenta el vicedecano de Medicina quien añade que tampoco se sostiene que este personal esté asociado en lugar de ser propio del centro, porque «al final a los propios profesionales no siempre están dispuestos a sumarse por todo el trabajo que les supone más el que ya tienen en la práctica médica», añade Pais.

Tal es así que según el responsable de la Sección el año académico anterior tuvieron serios problemas para mantener la actividad. «Estuvimos a punto de cerrar porque no había profesorado vinculado a la Universidad, sobre todo en la formación clínica», dice Pais antes de añadir que se solventó gracias a personal contratado doctor «que no es una solución a largo plazo».

A ello se suma otro eterno problema: el estado de la infraestructura. Ubicado en el Campus de Ofra, junto al Hospital Universitario de Canarias (HUC), el centro se mantiene prácticamente igual que cuando se construyó hace alrededor de 50 años. «Medio siglo después seguimos con techos de uralita», lamenta el vicedecano de la Sección de Medicina del centro superior lagunero, que a modo de ejemplo recurre a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que «en 20 años ya han estrenado dos edificios».

Una correcta formación

«A lo largo de este tiempo se han hecho reformas y pequeños trabajos pero se trata de mantenimiento o cumplir con cambios en la normativa», reconoce Pais antes de concluir que «para dar una correcta formación a los futuros médicos, la ULL necesita un nuevo centro». «No es solo la institución, el compromiso del Gobierno de Canarias debe ser claro», concluye.

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