Colectivos vulnerables

Dos personas con un trastorno de salud mental: "Las olas de calor incrementan nuestra ansiedad"

Helen y Javi explican cómo les afecta el calor extremo y los médicos advierten de que las altas temperaturas agravan estos problemas

Dos personas con un trastorno de salud mental: "Las olas de calor incrementan nuestra ansiedad".

Dos personas con un trastorno de salud mental: "Las olas de calor incrementan nuestra ansiedad".

Beatriz Pérez

Cada verano es un horror para Helen Mercader, una vecina de Barcelona de 24 años. "Soy hipersensible al calor. La gente se piensa que simplemente que me molesta y no: el calor me causa sufrimiento". Helen tiene depresión, ansiedad y un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Además, también es autista. Su testimonio prueba cómo las personas con problemas mentales sufren aún más que el resto de la población con las olas de calorLos médicos avisan de que con las temperaturas extremas aumentan los brotes psicóticos y se agravan los trastornos.

"Sufro mucho. Para mí el calor comienza en abril y acaba en noviembre. Todos esos meses voy con pantalones cortos; si no, me desmayo. Y llevo siempre conmigo un ventilador pequeño", cuenta esta vecina del barrio de Sant Andreu que en casa (vive con sus padres) no tiene aire acondicionado y que no puede costearse, en verano, viajes a zonas más frías. "Cuando llega el verano me deprimo mucho, lloro muchos días, tengo ataques de ansiedad. Y me privo de hacer cosas porque siempre dudo de si los sitios a los que puedo ir tendrán aire acondicionado", explica. Helen es activista de Obertament Catalunya y ha decidido hablar con este diario para visibilizar su realidad. "No se sabe hasta qué punto sufrimos con el calor".

Una de las maneras con las que Helen combate el calor es con bañeras de agua fría, en las que usa agua de la nevera e incluso hielo. "Con las olas de calor es como si me quitaran toda la energía. Duermo con tres ventiladores", relata. Con la playa y la piscina guarda una relación de "amor-odio" porque, aunque de entrada le sientan bien, al llegar a casa tiene la sensación de "haber absorbido todo el calor de la tarde". Y le impide dormir. "Hacer activismo me ha ayudado a conocer gente como yo. Hay muchas personas con trastornos mentales con un sufrimiento muy fuerte debido al calor". En Barcelona, asegura, el calor es "terrible", cada año peor, y no tener recursos para marcharse en verano tampoco ayuda.

"Nerviosismo e irritabilidad"

Cuenta lo mismo que Helen, Javi, un vecino de El Vendrell (Tarragona) de 48 años. Tiene un trastorno bipolar, un trastorno límite de la personalidad y un trastorno de la ansiedad generalizada. Y su vulnerabilidad se ve agravada en verano con las olas de calor. "Me causan mucha ansiedad en todo el cuerpo, nerviosismo, irritabilidad. Tengo que tomarme medicación para quitarme este calor", dice Javi, que años atrás fue consumidor de tóxicos. Actualmente es uno de los usuarios del Club Social El Llorer, una entidad miembro de la fundación privada Salut Mental Catalunya que trabaja para mejorar la autonomía de las personas con trastornos de salud mental. Aunque no tiene problema en hablar de lo que le ocurre ni en dar su nombre, prefiere no aparecer en ninguna fotografía.

"Cuando hace tanto calor, no puedo tomar bebidas con cafeína, porque eso me acentúa la ansiedad. Prohibidos los cafés y las coca-colas", explica Javi. Recuerda que el verano del año pasado se lo pasó en casa con el aire acondicionado. "Donde hay aire acondicionado ahí estoy yo, porque la ansiedad es muy mala. La gente que no la tiene no sabe lo que es. Hay que vivir una crisis de ansiedad para entenderla: es como si te fuera a dar un infarto en ese mismo momento", explica.

La semana pasada, cuando Cataluña vivió la primera ola de calor del verano, Javi tuvo que medicarse con lorazepam. Pero el problema de la medicación es que provoca sedación. "Te deja más chafado, como sedado", explica Javi. "Cuando hay bochorno, como ahora, no puedo tomarme un café, porque me vendría enseguida la ansiedad", insiste. Los consejos que le da el médico son los "básicos", como evitar el sol y buscar la sombra.

"A mí ya me han dado varias crisis de ansiedad estando en ola de calor. Por ejemplo, si entro en el transporte público y no hay aire acondicionado, me mata", cuenta este vecino de El Vendrell, que asegura que el verano es la estación del año en que peor lo pasa. "Yo en invierno estoy genial, me encanta. Pero en verano me cambia el humor".

Javi destaca en que esta situación no le afecta solo a él, sino a todas las personas con trastornos de salud mental. "Las olas de calor nos causan muchos estragos. Tengo amigos con problemas de salud mental y siempre quedamos por las tardes-noche para evitar el calor", comenta. No le ocurre lo mismo en primavera, con el aumento de la luz, pero sí que debe utilizar gafas de sol porque le molesta más el sol. "A mí en concreto la primavera no me afecta anímicamente como sí me afectan las olas de calor", insiste. Las personas con problemas de salud mental suelen sufrir desequilibrios con los cambios de estación (primavera u otoño) y con los cambios de temperaturas (calor o frío).

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