Los casos de sarna se incrementan a raíz de la pandemia de coronavirus

Los dermatólogos observan un aumento de los cuadros clínicos en las consultas | Los pacientes afectados deben evitar el contacto directo con otras personas

Una mujer con sarna.

Una mujer con sarna. / E.D.

Los casos de sarna han aumentado de forma notable a raíz de la pandemia de coronavirus. Tan es así que los brotes se han extendido por el territorio nacional, lo que ha provocado focos en residencias de mayores. «Antes del confinamiento, veíamos, como mucho, un caso al mes en las consultas. Ahora, en cambio, estos cuadros forman parte de nuestro día a día», informa la doctora Rosmary Martín, médica adjunta al servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Vithas. ¿El motivo? En realidad, no hay una causa definida. «No sabemos si las medidas higiénicas se abandonaron en cierto modo a pesar de las advertencias o si en las residencias y en los albergues había suficiente personal para llevar a cabo las tareas de limpieza. Hablar de las causas es casi como especular, pero lo cierto es que es algo que ha pasado», apunta la facultativa.

La sarna es una infección parasitaria muy contagiosa que se transmite entre humanos. «Se contagia a través del contacto directo con la piel infectada, las relaciones sexuales y, aunque es menos frecuente, por medio del contacto con la ropa, las toallas o las mantas que se comparten», detalla la doctora.

El síntoma más frecuente que provoca es un sarpullido que genera un picor muy intenso y que suele manifestarse, sobre todo, por la noche. Las lesiones pueden afectar a la totalidad del cuerpo, si bien es más común que estén presentes en el abdomen, entre los dedos de las manos y las axilas. «La aparición de la sintomatología varía en función de si los pacientes han estado expuestos con anterioridad a la infección. Si es así, el período de incubación es de cinco a seis días. Por el contrario, si nunca han estado en contacto con el ácaro responsable – llamado Sarcoptes scabiei–, el margen es mayor y oscila entre las cuatro y las seis semanas».

Para evitar propagar la afección, es importante que los sujetos aquejados eviten el contacto directo con otras personas. «Un detalle que hay que tener muy en cuenta para prevenir la aparición de focos es que las personas que convivan con un paciente que ha contraído la infección deben recibir tratamiento al mismo tiempo aunque no tengan síntomas», subraya la especialistas del hospital capitalino.

Y es que no todas las personas manifiestan la sintomatología al mismo tiempo, por lo que pueden ir transmitiendo la infección sin saber que son portadoras. «Creo que aquí radican los fracasos en los tratamientos y el motivo principal de la propagación», anota la experta, que además señala que es común que los ancianos y los niños desarrollen antes los síntomas por tener un sistema inmune más vulnerable. Eso sí, la experta advierte que hay cremas y lociones que no son aptas ni para mujeres embarazadas ni para los niños que pesen menos de 20 kilos.

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Para evitar contraer la escabiosis, es fundamental mantener unos correctos hábitos de higiene. «Toda la ropa usada o que ha estado en contacto directo con la piel tiene que ser lavada en seco. También puede utilizarse la lavadora, pero siempre a una temperatura superior a los 60 grados», advierte la doctora Rosmary Martín, médica adjunta al servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Vithas. «Aquellas prendas o ropas de cama que por alguna razón no se puedan lavar a esta temperatura se deben planchar, o bien, exponer al sol en bolsas cerradas durante dos o tres días consecutivos. Hay que tener en cuenta que el calor es lo único que puede matar al ácaro», agrega. Hay que señalar que el hecho de haber contraído la sarna en alguna ocasión no genera inmunidad, por lo que siempre existe riesgo de reinfección.

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