Rebajan de 300.000 a 20.000 euros la indemnización por asesinato de una mujer trans

El homicidio tuvo lugar a finales del 2020 en un local de un centro comercial de Costa del Silencio

Exterior del Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife.

Exterior del Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife. / E. D.

La sala de lo penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha aceptado rebajar de 300.000 a 20.000 euros la indemnización que el condenado por su asesinato debe abonar a los tres hermanos de una mujer trans.

El homicidio tuvo lugar a finales de diciembre de 2020 en un local de un centro comercial de Costa del Silencio, en el municipio tinerfeño de Arona, y el tribunal ha rebajado la cuantía después de comprobar que los hermanos de la fallecida no tenían relación afectiva ni dependencia económica con ella, de manera que la indemnización de 300.000 euros es calificada de "desmesurada".

El juicio con jurado celebrado el pasado mayo concluyó con la culpabilidad del acusado, a quien se le impuso una condena de doce años y medio y el pago de 300.000 euros a los familiares, cifra que el TSJC considera ahora "excesiva" y la reduce a 20.000.

A finales de diciembre de 2020 el acusado, nacido en Soria, invitó a la víctima y a otra persona a un local que regentaba, y que en realidad era una asociación cultural que funcionaba como karaoke, y que en esos momentos estaba cerrado al público.

La víctima y el condenado estuvieron con otra persona durante varias horas consumiendo bebidas alcohólicas, hasta que esta última se marchó del local donde permanecieron el acusado y la fallecida.

A continuación, "por motivos que no están acreditados", ambos se enzarzaron en una discusión que derivó en una agresión del acusado a la mujer, a la que "con la intención de acabar con su vida", golpeó "de forma repetida y violenta", para finalmente estrangularla hasta causarle la muerte.

Luego, el investigado ocultó el cadáver en el establecimiento hasta que en horas de madrugada lo arrastró envuelto en una manta hasta uno de los pasillos interiores del centro comercial, donde fue localizado.

La autopsia reveló una congestión marcada a ambos lados del aparato laríngeo, a la altura del cartílago tiroides y rotura del asta derecha del hueso hiodes, además de fracturas en costillas y heridas en diferentes partes del cuerpo.

Entre las pruebas que aceptó el jurado están las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro comercial, que recogieron no sólo lo que ocurrió aquella tarde sino que también se ve al acusado arrastrando el cadáver hasta un pasillo cercano y luego limpia con una fregona los restos de sangre.

El condenado dijo que habían consumido alcohol y hachís y que por ello no recordaba nada de lo ocurrido. Sin embargo esta versión se contradecía con la manifestada en el juzgado, donde aseguró que varias personas se enfrentaron a la mujer por motivos económicos y que él intentó defenderla pese a lo cual acabaron con su vida.

El hallazgo del cádaver y su traslado lo atribuyó a un hecho casual cuando acudió a limpiar su local.