El Ministerio de Educación continúa avanzando en la implantación de la nueva Ley de Educación y comienza a perfilar la futura prueba de acceso a la universidad.

En este sentido, la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, presentó ayer ante los consejeros de Educación de las Comunidades Autónomas la propuesta del Gobierno para actualizar la actual Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) y avanzar hacia un modelo más competencial, de acuerdo con los nuevos currículos de la Ley de Educación.

Esta propuesta responde a la necesidad de adaptar las pruebas al aprendizaje competencial que proponen los nuevos currículos de la Ley de Educación. Lo hace de forma gradual, con un periodo transitorio de tres años para favorecer la adaptación del alumnado y del profesorado. Además, este progresivo enfoque competencial permitirá avanzar hacia una línea de mayor homologación entre los territorios. El Ministerio propone así un modelo transitorio durante los cursos 2023/2024, 2024/2025 y 2025/2026, en los que la prueba se dividirá en cuatro ejercicios, todos ellos con una ponderación del 25%. Un ejercicio será sobre la materia de modalidad de prueba elegida por el alumno y dos de ellos serán de las materias comunes de Historia de la Filosofía e Historia de España. El cuarto ejercicio tendrá carácter general y evaluará las destrezas asociadas al ámbito lingüístico y con él se pretende evaluar principalmente la madurez académica del alumnado.

Pasado el periodo transitorio, a partir del curso 2026/2027, este ejercicio general de madurez pasará a tener una ponderación del 75% y sustituirá a los ejercicios de las materias comunes. Se mantendrá, con una ponderación del 25% el ejercicio específico sobre la materia de modalidad elegida por el estudiante. La prueba quedará así dividida en dos ejercicios: uno más globalizado y otro de materia, ambos con un enfoque competencial. El ejercicio general de madurez, tanto durante el periodo transitorio como a partir de 2026/2027, constará de un dossier formado por una serie de documentos como textos, imágenes, infografías o tablas, que girarán en torno a un mismo tema y se pedirá al alumno que realice un análisis desde diferentes perspectivas, respondiendo a diversos tipos de preguntas. El objetivo es valorar la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información e interrelacionar toda esa documentación. Este ejercicio constará de preguntas en castellano, la lengua extranjera que haya estudiado el alumno y también con la lengua cooficial en las comunidades que cuenten con ella.

La nota final de acceso se obtendrá calculando la media ponderada entre la nota de Bachillerato y la nota de la prueba descrita. La propuesta del Ministerio es una ponderación del 60% para la nota del expediente y del 40% para la nota final de la prueba de acceso. Tal y como sucede en la actualidad, la prueba de acceso se complementará con una segunda fase específica para ayudar a determinar el orden de admisión a los estudios universitarios, y en la que el alumnado realizará dos ejercicios, eligiendo de entre las materias ofertadas de 2º de Bachillerato, de modalidad o comunes. El diseño de los ejercicios que configurarán esta fase de admisión tendrán también un carácter competencial.