Solo mide medio milímetro. Tiene diez diminutas patas, un cuerpo esbelto y la capacidad de adaptar su cuerpo a todo tipo de movimientos. Colocado sobre una moneda, resulta tan pequeño que apenas se distingue entre los pliegues del metal. Es un cangrejo robótico milimétrico y, según explican sus creadores, también es el aparato móvil y a control remoto más pequeño jamás construido. En definitiva, el robot más pequeño del mundo. Todo un logro de la ingeniería.

El minúsculo cangrejo robótico, presentado esta semana en la revista científica 'Science Robotics', no solo sorprende por su tamaño. El gran éxito de este proyecto, explican los científicos, tiene que ver con sus capacidades. Empezando, por ejemplo, por su habilidades motoras. Sus creadores explican que el 'animalillo' puede doblarse, retorcerse, arrastrarse, caminar, girar e incluso saltar. Sus movimientos puedan alcanzar una velocidad promedio equivalente a "la mitad de la longitud de su cuerpo por segundo". "Esto es muy difícil de lograr a escalas tan pequeñas para los robots terrestres", explica Yonggang Huang, uno de los creadores de este robot.

El secreto del éxito de este robot, esgrimen los expertos, no reside en un complejo sistema de 'hardaware'. Ni en un engranaje eléctrico e hidráulico de última generación. El cangrejo robótico 'cobra vida' gracias un material que se transforma en función de la temperatura. Expuesto al calor, el cangrejo se expande. Y expuesto al frío, vuelve a su forma inicial. "A medida que el robot cambia de una fase a otra, se deforma, creando así un movimiento", explican los científicos encargados de su creación.

Logro científico

El minúsculo cangrejo robot que protagoniza esta noticia ha sido creado por el mismo equipo de investigadores de la Universidad de Northwestern que hace tan solo un año también presentó el robot alado más pequeño jamás ensamblado. Según avanzan los científicos, también se está trabajando en "robots de tamaño milimétrico que se asemejan a orugas, grillos y escarabajos". Aunque, eso sí, por ahora esta pequeña arca de Noé de animales robóticos en miniatura todavía se limita a los laboratorios.

"La robótica es un campo de investigación emocionante y el desarrollo de robots a microescala es un tema divertido para la exploración académica", explica John A. Rogers, uno de los expertos encargados de la creación de este robot. "Puede imaginarse a los microrobots como agentes para reparar o ensamblar pequeñas estructuras o como asistentes quirúrgicos para limpiar arterias obstruidas, detener hemorragias internas o eliminar tumores cancerosos", explica el científico en cuanto a las posibles aplicaciones de estos trabajos.