El Tribunal del Jurado declaró culpable de asesinato a Jaime Bautista, el autor confeso del crimen de la joven Sara de Celis el 25 de noviembre del 2019 en el núcleo de San Isidro (Granadilla), en el Sur de Tenerife. Los integrantes de dicho órgano consideraron que el acusado actuó con las agravantes de alevosía, discriminación por razón de género y parentesco.

La portavoz del Tribunal Popular leyó el veredicto en la tarde de este viernes, 27 de mayo, después de que el juicio comenzara el pasado lunes. En base a las declaraciones escuchadas durante la vista, el asesinato de la mujer se produjo a raíz de que esta cortara la relación sentimental con el único sospechoso e iniciara otra con un compañero de trabajo.

En las semanas y meses previos a los hechos, la joven sufrió un gran acoso y vigilancia por parte del ahora acusado.

Quedó probado que, de forma sucesiva, el implicado utilizó un cúter, dos tijeras y un cuchillo de grandes dimensiones para realizar diversas heridas a la joven, de 26 años. Una patrulla de la Policía Local de Granadilla recibió una alerta a las 4:45 horas y acudió al domicilio en el que ocurrió el ataque, en la calle Saltadero. Al llegar a la habitación en la que se produjo el episodio de violencia sobre la mujer, los agentes encontraron la puerta cerrada, por lo que tuvieron que dar una patada para abrirla.

Los integrantes del Jurado creen probado que, al entrar, la víctima estaba tendida en el suelo y el acusado se hallaba sobre ella, ensangrentado y con el cuchillo en la mano. De hecho, el individuo esgrimió el arma blanca contra ellos.

Además, había ADN masculino en las manos, las uñas y la ropa de la mujer. Los médicos forenses consideraron que la herida mortal, la que seccionó la carótida de Sara, se realizó con un cuchillo de 20 centímetros de hoja que el individuo arrebató a la abuela de la víctima.

Otro de los elementos que influyó en la alevosía es que el autor estaba vestido de calle cuando ocurrieron los hechos, mientras que la víctima tenía puesto un pijama y una bata.

Además, las diferentes lesiones de arma blanca, sobre todo las del cuello, se produjeron cuando Sara de Celis ya estaba tendida en el suelo o a muy poca distancia del mismo.