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Turistas sin vacunar contra la Covid ocupan el 30% de las camas UCI de La Candelaria en enero

Las personas que no habían recibido el suero eran mayoría en las unidades de críticos y su edad media era 10 años inferior a la de los vacunados

Un sanitario trata a un paciente con covid en la UCI del Hospital de La Candelaria. Andrés Gutiérrez

Durante la sexta ola, tres de cada diez pacientes con covid de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria llegaron a ser turistas sin vacunar. Al menos 8 pacientes de los 28 que estaban ocupando una cama de críticos a finales de enero eran personas que habían decidido pasar las vacaciones de invierno en Canarias. De ellos, la mayoría eran alemanes, aunque también se registraron casos de belgas, escoceses, italianos y hasta ucranianos. 

Al aterrizar en España los turistas de la Unión Europea deben presentar un certificado covid en el que es tan válido presentar un test negativo como un certificado de vacunación. También lo deben hacer al llegar a Canarias. A partir de ahí, hay varios posibles escenarios para que se haya dado este contagio. Por un lado, los turistas pues pueden haberse contagiado en el periodo ventana antes de llegar a las Islas - con suficiente tiempo como para no dar positivo en la PCR o test de antígenos - así como haberse contagiado durante su estancia en Canarias donde la sexta ola causada por la variante ómicron se dispersó como nunca lo había hecho en la pandemia, dejando tras de sí más de 150.000 contagiados tan solo en dos meses.

En la UCI el 61% de los pacientes ingresados carecían de protección frente a la covid

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Esta estadística, que data del 20 de enero y a la que ha tenido acceso El Día, también esclarece el estado de vacunación de las 311 personas que se encontraban hospitalizadas por covid en La Candelaria durante esa semana. Las diferencias entre vacunados y no vacunados, eran claras.

En planta la mayor parte de las personas eran vacunadas (67% frente al 31% de no vacunados y el 2% de vacunación parcial) mientras que en la UCI la balanza se tornaba hacia el otro extremo y eran las personas que habían decidido no inocularse la protección las que, con más probabilidad, acabaron ocupando una cama de críticos (61%) en este centro hospitalario. 

Pese a que la cantidad de vacunados era proporcionalmente mayor en las 8 plantas destinadas a atender covid por aquel entonces en el hospital, el riesgo de llegar al centro era mayor para las personas que no habían recibido ninguna dosis. Si las vacunas no tuvieran beneficios, el porcentaje de vacunados y no vacunados que ingresan debería ser igual a la proporción que se maneja en la población general.

Una persona sin vacunar tiene siete veces más riesgo de ingresar en UCI

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Para que el porcentaje de hospitalizados estuviera en consonancia con el estado general de vacunación en las Islas, los vacunados - total o parcialmente- deberían representar al menos al 87% de los ingresos, mientras que los no vacunados deberían ocupar el 13% de las camas. El hecho de que no se reproduzca esta tendencia en el hospital, corrobora el funcionamiento de las vacunas y el hecho de que una persona sin vacunar tiene dos veces más de riesgo de ingresar por covid y se reduce la posibilidad de hacerlo cuando se ha inoculado, al menos, dos dosis. 

Otra de las diferencias entre no vacunados y vacunados es la edad media de ingreso en planta. En los que no se habían inoculado ninguna dosis la edad promedio era casi 10 años inferior. De tal forma que la media de edad en no vacunados era de 65 años, mientras que en los vacunados se elevaba hasta 73. 

En las plantas habilitadas para atender a los pacientes covid, la edad media de los ingresados era de unos 70 años, con un rango de entre 20 y 102 años. Alrededor del 60% tenían una edad superior y además, padecían pluripatologías. Además, el informe suscribe que "hay una tendencia a ingresar a casos sociales con cierta claudicación familiar, o que viene de centros de mayores o  familias donde hay más de un familiar contagiado, entre ellos, el cuidador".

En las unidades de críticos, la proporción se invirtió con respecto a la planta. La mayoría de las personas que desarrollaron una covid muy grave durante ese tiempo no estaban vacunadas, lo que supone un riesgo 10 veces mayor que para aquellos que estaban vacunados. En las UCI, los no vacunados suponían el 61% de los ingresos, un total de 17 de 28. Tan solo el 31% de las personas que habían recibido el suero protector llegaron a las unidades de críticos. Es decir, los no vacunados tenían casi siete veces más probabilidades de ingresar que una persona vacunada. La edad media en ambos casos fue similar, de unos 64 años, pero más de la mitad de los ingresados eran personas de 60 a 79 años (57%).

De los 410 ingresos por coronavirus que se produjeron hasta el 20 de enero en el Hospital de La Candelaria, 47 fallecieron. La media de edad era de 76 años y la mayoría de fallecidos fueron por covid, especialmente en UCI. De los siete pacientes que fallecieron durante enero en la Unidad de Vigilancia Intensiva del Hospital de La Candelaria, el 86% lo hicieron por covid - es decir, a consecuencia de la infección viral- y el 14% fue con covid. Esto significa que solo una sola persona falleció por causas ajenas al covid pese a tenerlo, dado que era cirrótico y el hospital presupone que falleció por esta razón. En planta también fueron más los pacientes que fallecieron por covid (52%) frente a los que lo hicieron con esta patología (48%). 

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