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Educación | Vuelta al cole

Abrazos en la vuelta a clase sin distancia social

Los más pequeños dan una lección

de normalidad con el regreso a las aulas

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Inicio del curso escolar Carsten W. Lauritsen

Aunque con un poco más de sueño del habitual, los más pequeños de la casa afrontaron este jueves el primer día de clases tras las vacaciones de verano con ganas e ilusión. Y con muchas ganas de dar abrazos. El largo verano separados provocó que más de uno no pudiera evitar saltarse la norma que establece la necesidad de mantener la distancia de seguridad interpersonal y se lanzara a los brazos de compañeros y profesores para celebrar la vuelta a las aulas. Arrancó así el curso escolar 2021/2022 en Canarias. El tercero de la pandemia. El segundo que se afronta de manera totalmente presencial.

Y como no podía ser de otra forma, la crisis sanitaria volvió a marcar este inicio de clases y las aglomeraciones a las que muchos vecinos estaban acostumbrados antes de la pandemia brillaron por su ausencia. La entrada escalonada de los menores a las aulas provocó que los problemas de tráfico se redujeran hasta casi desaparecer y que los menores llegaran con tiempo –excepto algún que otro rezagado que nunca puede faltar– para jugar y hablar con sus amigos antes del inicio de las clases.

El curso escolar 2021/2022 comenzó este jueves de forma oficial –algunos centros privados y concertados de Canarias han ido abriendo sus puertas a lo largo de esta semana– con una organización exquisita que incluso permitió que el tráfico fuera fluido en pleno centro de la capital tinerfeña. Los pequeños parecen que son los que más se han acostumbrado a convivir con la pandemia y sabían casi mejor que sus padres a dónde se debían dirigir para hacer la fila antes de entrar en el colegio. Así, las nuevas mochilas y las mascarillas de los colores más vistosos se convirtieron en los mejores aliados de los pequeños, que se enfrentan a un nuevo curso escolar que tiene su fecha de finalización marcada para el próximo 23 de junio de 2022.

Abrazos en la vuelta aclase sin distancia social

A pesar de las ganas de muchos de los pequeños por iniciar el nuevo curso, no fueron pocos los que aprovecharon los últimos minutos antes de que sonara el timbre para jugar al escondite en las calles cercanas a su colegio. Ese fue el caso de lo que sucedió en el entorno del CEIP Isabel la Católica de Santa Cruz de Tenerife, donde ayer comenzaron las clases para los diferentes niveles de Infantil y Primaria.

«¡Qué tengas un buen día!», «¡Pásalo bien!». Los buenos deseos de los padres fueron los comentarios que más se escucharon a la puerta de los colegios que iniciaron el curso escolar 2021/2022. Un total de 231 alumnos volvieron ayer a las clases en el CEIP Isabel la Católica, la mayoría de ellos en los grupos de Infantil. Tan solo una veintena de alumnos eran nuevos en el colegio pero todos parecían conocer a la perfección dónde debían colocarse para entrar en el debido orden a sus aulas y cuáles eran las medidas de seguridad sanitaria que debían cumplir. Incluso los antiguos alumnos de este centro escolar no dudaron en pasar por la entrada para saludar a los que hasta el pasado mes de junio fueron sus profesores antes de continuar hacia su nuevo instituto, donde ayer también comenzaron las clases para el estudiantado de Educación Secundaria Obligatoria.

Los grupos burbuja se mantienen estables en Infantil y Primaria por lo que los menores no deben mantener la distancia en sus propias aulas

Pequeñas historias

Unay Escobar tiene 7 años y este jueves comenzó las clases en 3º de Primaria. Llegó al colegio Isabel la Católica contento y «con ganas de aprender». También tenía ganas de iniciar las clases su compañero Aray Mesa, que con tan solo 8 años aprovechó los meses de verano para continuar estudiando: «He leído mucho sobre la I y la II Guerra Mundial y sobre los dioses griegos».

La pequeña Cloe López llegó cargada de regalos para sus compañeros porque el pasado día 4 fue su cumpleaños y ayer quiso trasladar la celebración a su colegio. Con 8 años recién estrenados, la niña se encargó de repartir paquetes con piezas para construir muñecos a la entrada del colegio, preocupándose mucho para que ningún amigo se quedara sin su presente. Mientras se aseguraba de que todos se hacían con el detalle reconoció sentirse nerviosa por comenzar las clases en 3º de Primaria porque este año «vamos a empezar a utilizar tabletas más a menudo y no estoy acostumbrada». No obstante, aseguró que tenía ganas de volver al colegio para poder continuar celebrando su cumpleaños unos días más.

Las pequeñas Gabriela, Nashira y Daniela son muy amigas y este jueves no pudieron evitar darse muchos abrazos mientras hacían cola para entrar en el colegio. Todas ellas comenzaron las clases en 2º de Primaria y afirmaron que tenían ganas de volver al colegio para poder reencontrarse porque durante los meses de verano no se han visto demasiado. Con sus mascarillas más coloridas, llegaron al centro nerviosas y comentaron entre ellas que «casi no pudimos dormir porque teníamos ganas de que llegara ya el día». Sin embargo, una vez que se reencontraron, los nervios desaparecieron.

Retos

Tanausú Cabrera es el director del CEIP Isabel la Católica de Santa Cruz de Tenerife y ayer dio la bienvenida al nuevo curso escolar con las mismas ganas y nervios que sus alumnos. Este docente lleva al frente del centro tres años por lo que se ha acostumbrado a lidiar con la pandemia en las aulas. «Cuando comenzamos las clases presenciales el pasado curso no sabíamos muy bien con qué nos íbamos a encontrar pero este año lo empezamos con menos nervios porque ya sabemos cómo debemos actuar», relató ayer a la entrada del colegio entre saludos a padres y alumnos. La forma de proceder en el colegio no ha cambiado demasiado con respecto al curso anterior pero el director sentenció que «seguimos muy pendientes de todos los aspectos para poder adelantarnos a cualquier problema que pueda surgir» y por eso aventuró que «estaremos en tensión todo el curso». Cabrera destacó el «trabajo fantástico» de toda la comunidad educativa y agradeció, sobre todo, el de las familias y el de los propios alumnos, que parece que son los que más rápido se han adaptado a las nuevas normas sanitarias.

Y se han adaptado también gracias al vistoso trabajo realizado en centros como el Isabel la Católica, donde los pasillos están repletos de bonitas señales que recuerdan la necesidad de mantener la distancia interpersonal o la dirección en la que se debe circular. «¡Abran las ventanas para ventilar las aulas!», recordaba Tanausú Cabrera en cada clase que entraba para dar la bienvenida a los alumnos porque las normas anticovid se han convertido en una práctica más dentro del mundo educativo.

Pero no solo a la pandemia se debe enfrentar la comunidad educativa en este curso escolar que comienza. La entrada en vigor de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (Lomloe) provoca que poco a poco los centros se vayan preparando para la modificación de los currículos proyectada en el documento. Aunque estos cambios no se harán efectivos en las aulas –y tan solo en algunos niveles– hasta el próximo curso, Tanausú Cabrera explicó este jueves que los docentes ya se están formando y leyendo todo lo posible para estar preparados para estos cambios.

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