¿Cómo puede ser que una misma enfermedad afecte de manera tan diferente a unos y a otros? ¿Por qué hay personas que contraen una infección por coronavirus y permanecen asintomáticas y otras que enferman gravemente y pueden incluso perder la vida? Un año de pandemia, y de investigaciones científicas, han mostrado que factores como la edad o las enfermedades previas influyen en la gravedad del paciente. Mientras, la gran incógnita siguen siendo los pacientes jóvenes y sanos que, a pesar de todo, enferman gravemente de covid. ¿Cuál es, pues, el factor que determina su pronóstico? La respuesta podría estar en nuestros genes.

Un macroestudio publicado en Nature ahonda en el genoma de casi 50.000 pacientes infectados por covid-19. El estudio de estos casos permitió identificar algunos de los factores genéticos que, según este trabajo, jugarían un rol esencial en determinar la gravedad de la enfermedad. Es decir, en la diferencia entre un covid asintomático, un hospitalizado y una enfermedad crítica. La investigación identificó 13 lugares específicos del cromosoma que diferenciaban a los pacientes que habían desarrollado formas más graves de la enfermedad. Asimismo, el trabajo identificó alrededor de 40 genes clave en este proceso; varios de estos, además, estarían asociados directamente a la función inmunológica o al funcionamiento de los pulmones.

La investigación, que ha contado con la colaboración de más de 3.000 científicos de todo el mundo, señala una serie de genes que marcan la diferencia. Según sugiere la muestra analizada, las mutaciones en el gen TYK2 o en el DPP9 se asocian con un mayor riesgo de enfermar de manera grave de covid-19. También se han identificado una serie de factores genéticos de riesgo que, por ahora, solo se han encontrado en individuos de ascendencia asiática (algo que, según argumentan los autores, destacaría la importancia de construir una muestra diversa en este tipo de investigaciones a gran escala).

Otro estudio liderado por los investigadores Manel Esteller y Aurora Pujol, publicado en abril en la revista EBiomedicine, también señala una serie de factores epigenéticos que podrían predecir la gravedad de la enfermedad. Es decir, unas claves que marcan la diferencia entre aquellos que enferman como si nada y aquellos que desarrollan cuadros clínicos graves. «Hemos estudiado el material genético de más de 400 pacientes positivos a covid-19. Todos eran sanos y menores de 62 años. Parte de ellos contrajeron la infección sin apenas síntomas y otros, en cambio, acabaron ingresados y con asistencia respiratoria», resume Esteller a este diario.

Este análisis ha logrado identificar unos cuarenta puntos del genoma que diferencian los pacientes gravemente enfermos. Esto, a su vez, se ha relacionado con tres factores epigenéticos. «El primer factor tiene que ver con la expresión de unos genes que provocan una respuesta inmune demasiado fuerte. El segundo, con una respuesta inflamatoria excesiva. Y el tercero, con los desajustes metabólicos que también desencadenan enfermedades como la diabetes o la obesidad», afirma el director del Institut de Recerca contra la Leucèmica Josep Carreras (IJC) y catedrático de Genética de la Universidad de Barcelona (UB).