La creación de la especialidad de Urgencias para médicos y enfermeros permitiría afianzar el buen funcionamiento futuro del servicio y garantizar una buena asistencia sanitaria a los dos millones de canarios que acuden o solicitan estos servicios cada año. Así lo manifestaron en la jornada de ayer los médicos y enfermeros de los servicios de Emergencias del Servicio Canario de la Salud (SCS) que, a propuesta de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), se concentraron a las puertas de todos los hospitales del Archipiélago para reclamar –una vez más– la creación inmediata de la Especialidad de Medicina y Enfermería de Urgencias y Emergencias.

En Canarias se realizan anualmente en torno a 2,2 millones de atenciones urgentes. A pesar del volumen ingente de pacientes que pasan por el servicio, y que ascienden a 27 millones al año en toda España, nuestro país es uno de los únicos de Europa que mantiene fuera del currículum sanitario esta especialidad. Las urgencias hospitalarias son una pieza esencial para el buen funcionamiento de los sistemas de salud y tienen difícil no constituir un punto de referencia básico y crítico en el Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, y a su vez, la atención sanitaria urgente es una de las áreas sanitarias que más problemas concentran en Canarias, como lo constató el estudio conjunto de los Defensores del Pueblo en su informe de enero de 2015.

Una formación reglada garantiza, e incluso mejora, la productividad del servicio

Los representantes de la SEMES en Canarias, aseguran que esta situación se podría revertir, en parte, si las personas a cargo de estos servicios estuvieran especializados en el mismo. «La asistencia en las Islas es muy buena, pero se basa en la autoformación», señala Guillermo Burillo, médico de Urgencias y uno de los miembros de SEMES. Por esta razón, los expertos insisten en que es necesario crear esta especialidad, de tal modo que se garantice una asistencia futura «homogénea y reglada», porque, además, a largo plazo mejorará la productividad del servicio. «Se sabe que la asistencia por parte de un especialista es más barata», insiste Burillo, que recalca que un médico formado pide menos pruebas complementarias y requiere de menor ayuda de especialistas. Además, «no hay ningún argumento en contra», como certifica Burillo, que alega no entender «cómo no se avanza en esta circunstancia».

No es la primera vez que solicita, ni siquiera que la petición llega a oídos de los políticos. El Congreso de los Diputados ha aprobado por mayoría dos Proposiciones No de Ley (PNL) al respecto, mientras que el Senado ha aprobado una por unanimidad. En el Parlamento de Canarias, el pasado 11 de mayo se procedió a votar una PNL con el fin de instar al Gobierno de Canarias a que exija al Gobierno central la creación de esta especialidad de manera urgente. «España se ha quedado aislada frente al resto de Europa, al no contar entre sus especialidades médicas con una específica de Urgencias y Emergencias, a pesar de haber recibido el compromiso formal de hasta 7 ministros de Sanidad, a lo largo de los años», recalca Tato Vázquez Lima, presidente de SEMES. El último compromiso fue el del ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien aseguró que la especialidad se crearía antes de la finalización del año 2020. No ha sido así.