Los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica tienen ya identificadas varias enfermedades derivadas del aumento de la temperaturas. Estas son las principales enfermedades transmitidas por los mosquitos y las garrapatas. Se espera que el aumento general de las temperaturas y de las mínimas en invierno aumenten su distribución en España.

Tuberculosis

La prevalencia en los rebaños de la tuberculosis bovina y caprina tendió a descender durante la primera década del 2000, hasta que a partir del año 2013 volvió a ascender, tendencia que se volvió a interrumpir en 2017. La temperatura óptima para la supervivencia de la bacteria es entre 12° y 24°, por lo que el aumento de las temperaturas mínimas en invierno favorecería su supervivencia. Sin embargo, hay otros factores de más peso relacionados con la prevalencia y la incidencia, como el traslado de ganado o la presencia de rebaños de toro de lidia.

Peste porcina africana

Las garrapatas actúan como vectores de la peste porcina africana (erradicada de España en 1995), más frecuente en sistemas extensivos de producción porcina, y la transmiten después de haber picado a roedores y reptiles. El virus puede permanecer activo hasta 8 años, por lo que que la presencia de estas garrapatas, asociadas a ambientes áridos, y que ya ha sido sido detectada en el sur de la península ibérica, dificulta la erradicación de la enfermedad una vez se manifiesta.

Zoonosis

Además del cambio climático, son muchos otros factores que pueden influir en la epidemiología de las enfermedades vectoriales. Entre ellos, la propia composición atmosférica, el urbanismo, el desarrollo económico y social, el comercio internacional, las migraciones, desarrollo industrial, y el uso de la tierra y regadío agrícola

Fiebre hemorrágica del Congo

El primer caso fue detectado en un hombre de 62 años sin antecedentes de viajes. Comenzó con síntomas el 16 de agosto 2016 y falleció nueve días después. Su vector fueron las garrapatas del género Hyaloma que son muy activas entre abril y junio, pero también les favorece los inviernos suaves. Ya se han detectado en Andalucía, Castilla-León, Madrid, Extremadura, Aragón, Castilla La Mancha y Ceuta, siendo menos abundantes en el norte de la península. En una campaña realizada de 2001 a 2015, la gran mayoría de las garrapatas positivas fueron capturadas sobre ciervos, gamos y jabalíes. La frecuencia de garrapatas positivas fue del 2,78%, similar a los países de la región europea donde la fiebre hemorrágica del Congo ya se considera endémica (Kosovo, Bulgaria y Albania).

Fiebre del Valle del Rift

Vector: mosquito del género Aedes. La especie más afectada es la ovina, por lo que se espera que las personas expuestas al contacto con ovejas corran más riesgo de transmisión. Pese al reciente despliegue de la enfermedad en la costa africana del Mediterráneo, no se han detectado casos en España. Se considera que Andalucía es la región con más alto riesgo, aunque el mosquito vector se encuentra actualmente en las zonas mediterráneas de la Península.

Fiebre del Nilo occidental

Vector: mosquito. Se desplaza largas distancias, porque las aves migratorias tienen capacidad de ser portadoras y afecta a équidos. En España, los primeros focos en equinos fueron detectados en 2010 en Andalucía. La presencia de mosquitos se relaciona con temperaturas cálidas, con preferencia en zonas urbanas y zonas rurales con proximidad a granjas de ovejas, según revela el informe de Transición Ecológica, sobre el impacto del cambio climático en el sector primario.