La tasa de mutación de la covid-19 evidencia que cada vez se adapta más, desaparecen las variantes menos efectivas y prevalecen las más infecciosas y patógenas, como muestra la doble mutación en la India, lo que implica que el coronavirus “está ganando la batalla y nos podemos encontrar con una sorpresa”.

Así lo indica el director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias de la Universidad de La Laguna, Jacob Lorenzo, quien en una entrevista a Efe señala que de la efectividad de esta adaptación en los seres humanos del SARS-CoV-2 da muestra la incidencia en Canarias de la variante británica.

Se ha detectado al menos una mutación al mes de media dependiendo de la cepa del virus, es decir fallos en la secuenciación del genoma “en positivo” para el patógeno y que dependen del azar, pero que están además favorecidos por “un ambiente que facilite” la expansión de la Covid, como el relajamiento en las normas de prevención.

Desde el punto de vista científico sin embargo se percibe que la inversión efectuada al final de 2020 está dando sus frutos, con cuatro vacunas aprobadas en la Unión Europea y más en camino, pero el problema es que “no podemos parar el movimiento en el mundo” y las variantes se van transmitiendo de un lado a otro.

Al final se ha demostrado que el mundo es un mercado global y el capitalismo puede más que cualquier cosa, incluida la salud, y pese al respiro de las vacunas “el coronavirus nos está ganando la batalla” porque aunque los países desarrollados aceleren para inmunizar a su población, los que tienen menos recursos no podrán.

“Es un grave error que no se haya escuchado a los científicos y no se hayan repartido las vacunas de forma equitativa”, advierte Jacob Lorenzo, quien pone como ejemplo los problemas sanitarios derivados de la variante de Brasil y de la sudafricana que está “arrasando” en África.

El director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, que prevé que la población española estará inmunizada a final de año, alude al concepto que se utiliza últimamente de “fatiga pandémica” y señala al respecto que “no podemos relajarnos: cada vez que lo hacemos hay una nueva ola, hay más brotes y suben los casos”.

“Los sanitarios de primera y segunda línea estamos fatigados, pero no podemos bajar la guardia: es darle una oportunidad más al virus para que siga infectando y multiplicándose”, precisa.

Para sobrevivir el virus “depende de nosotros”, pues no deja de ser un compuesto de ARN y proteínas que necesita de nuestras células para multiplicarse y si todos utilizáramos la mascarilla, el hidrogel y evitáramos los contactos sociales “no conseguiría transmitirse, se eliminaría”.

Pero al multiplicarse va mutando y, según Lorenzo, se adapta “mejor” al ser humano, pues “nos quedamos con las mejores cepas del virus”, las más efectivas en cuanto a infección.

Precisa Jacob Lorenzo que la gente se está infectando en las reuniones sociales y reitera que no se debe bajar la guardia, pues lo que no puede ser con “un nivel 3” como tienen Tenerife y Gran Canaria es “irte a pasear a los centros comerciales”.