El confinamiento supuso un parón abrupto de la actividad sanitaria que obligó a priorizar a aquellos pacientes que potencialmente podrían tener un diagnóstico más grave. Esta misma circunstancia también se dio con respecto a la actividad de endoscopias cuyos profesionales asociados, con el fin de evitar males mayores en la población, implantaron unos criterios de priorización de alto y bajo riesgo. De esta manera lograr dar respuesta a los pacientes más urgentes y graves durante el complicado periodo del confinamiento. El estudio, realizado en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), ha concluido que los indicadores utilizados son eficaces a la hora de diagnosticar lesiones más graves, pero insiste en que estos criterios deben ser revisados porque, al haber sido una medida puesta en marcha recientemente, aún hay algunos diagnósticos en pacientes graves que se escapan.

Con esta priorización, durante el 2020 los médicos del HUC lograron diagnosticar lesiones más graves haciendo un uso más racional de los recursos. Lo que supone, que en un tiempo donde se redujo toda la actividad de pruebas de este tipo, el centro hospitalario logró seguir diagnosticando aquellas enfermedades más graves, como el cáncer de colon. “La priorización se fundamenta en acelerar aquellas pruebas en las que hay una mayor probabilidad de encontrar lesiones relevantes”, señala Zebenzuy Gimeno, autor del trabajo y médico de Aparato digestivo del Hospital Universitario de Canarias.

En el estudio, publicado en la revista científica Endoscopy, se realizó por el equipo de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) y en él se incluyeron pacientes desde el 20 de abril hasta el 14 de junio de 2020. En total se incluyeron 1.222 pacientes con endoscopia electiva entre el 20 de abril y el 14 de junio de 2020. La prioridad se asignó de forma prospectiva siguiendo los criterios del Instituto Nacional de Salud y Excelencia Asistencial, la Asociación Española de Gastroenterología y Sociedad española de Medicina Familiar y Comunitaria. Asimismo, se hizo uso de los criterios de priorización de la Sociedad Europea de Endoscopia Gastrointestinal y la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva. El porcentaje de lesiones significativas se agruparon en indicaciones de alta y baja prioridad.

El estudio concluye que la clasificación de los procedimientos en indicaciones prioritarias de alto y bajo riesgo durante la reanudación de la actividad endoscópica aumenta la tasa de hallazgos endoscópicos significativos. Señaló también que durante el retorno a la actividad normal en las unidades de endoscopia después del estado de alarma, los criterios utilizados se siguieron utilizando y han sido útiles para priorizar los exámenes endoscópicos ya que la tasa de detección de lesiones significativas es más relevante en los exámenes de alta prioridad que en los de baja prioridad. Un estudio de casos y controles realizado bajo este criterio también detectó cánceres de colon en estadios más tempranos y mejoró la supervivencia a uno y cinco años. De hecho, en el estudio, los 21 cánceres y 72 de las 73 lesiones neoplásicas tempranas detectadas utilizando estos criterios fueron pacientes con cáncer de colon y adenomas avanzados, respectivamente.

El profesional es consciente de que este método no es la panacea, pues por el camino se siguen quedando algunos pacientes graves. Por poner un ejemplo, se estima que durante el año pasado se dejaron de diagnosticar 3 de cada 10 cáncer de colon. En el día mundial que celebra la lucha contra esta patología, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) recordado que el cáncer de colon es el tumor con mayor incidencia en España, en Canarias afectó a 1.573 personas el año pasado. Sin embargo, se estima que solo la mitad de las personas que reciben el llamamiento para participar en el cribado de cáncer de colon acuden a realizarse la prueba. Los datos de este año, no han venido dados porque “haya disminuido la incidencia”, sino que, como afirma el médico “es parte de los efectos colaterales de la pandemia”, resume el médico. Y en parte tiene que ver con la reducción abrupta de la actividad. “Estamos trabajando en jornadas de mañana y tarde para resolver esta circunstancia, y prácticamente estamos trabajando al 90% de nuestra capacidad”, insiste Gimeno, que sin embargo admite que “es complicado recuperar el rimo porque siempre llegan nuevos pacientes”. Asimismo señaló que los pacientes con cáncer de colon son los más afectados por estos retrasos, dado que “no tienen una manifestación clínica clara de su empeoramiento”. “Es una enfermedad silente”, lamentó. En este sentido, cabe recordar que la detección precoz disminuye la mortalidad a corto plazo del cáncer de colon entre un 30% y un 35%.

Las endoscopias son una de las pruebas que más ha sufrido el paso de la pandemia. Mientras en diciembre de 2019 había 6.093 personas esperando durante una media de 6 meses y medio (195,90 días) por una endoscopia, en estos momentos aunque hay menos pacientes esperando, un total de 4.225, lo hacen durante más tiempo, llegando casi a los siete meses (207,15 días). Y es que, la menor cantidad de citas médicas presenciales que se han realizado durante este año, ha derivado en una menor inclusión de pacientes en cualesquiera de las listas de espera. En este sentido, es justamente el HUC, el centro hospitalario de toda Canarias que ostenta el récord tanto en número de pacientes como en tiempo de espera, aunque se hayan reducido prácticamente a la mitad con respecto a la etapa previa a que estallase la pandemia.