¿Le preocupa que esta crisis humanitaria haya generado brotes racistas en determinados sectores de la sociedad canaria?

La sociedad canaria ha tenido un comportamiento ejemplar ante la crisis migratoria. Y más teniendo en cuenta que las personas viven en una situación más preocupante que en otros momentos. Creo que hay que circunscribir estas reacciones negativas frente a la inmigración a grupo muy pequeños, que no es representativo. Nosotros hemos sentido el apoyo de la población en el trabajo que hacemos con la llegada de migrantes y también con el trabajo que hemos hecho en el Plan Responde.

¿A qué achaca esas actitudes xenófobas?

A que las personas no tienen la información suficiente y a veces los seres humanos tenemos miedos que no están justificados. Pero hay que destacar que los ciudadanos y las empresas se han volcado con nosotros de manera masiva, para poder ayudar a las personas que viven en situación de extrema vulnerabilidad y a quienes son víctimas de la crisis económica derivada de la pandemia.