La dirección del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria ha reconvertido la cuarta planta en una unidad de cuidados críticos. Este cambio fue notificado en las primeras horas de la tarde de ayer –vía WhatsApp– a los empleados de las áreas afectadas por el cambio desde la dirección del URPA y se activará a partir de hoy dado el grado de saturación que se está dando en la Unidad de Vigilancia Intensiva.

Fue a la conclusión del turno de mañana cuando los trabajadores adscritos al servicio de Reaninación y Despertar fueron informados de una remodelación que básicamente afecta a dos bloques: la Urpita de Trauma se convertirá en Despertar de 24 horas y los quirófanos 37, 38 y 39 se transformarán en ocho camas de Despertar normal.

La tercera ya lo era

Hasta ayer la unidad de cuidados críticos estaba localizada en la tercera planta de la Candelaria, pero debido a los repuntes que se han dado en las últimas fechas se hace necesario contar con un segundo espacio similar en la cuarta, por lo que a partir de hoy el centro hospitalario ubicado en Ofra reservará dos plantas para los casos más críticos.

Los trabajadores fueron informados de que ya se habían instalado los respiradores y que se estaba a la espera de disponer de todas las bombas y perfusores. Eso sí, en el mensaje de advierte que “esperamos no tener problemas con los recursos materiales, pero es evidente que no tenemos personal suficiente para esta coyuntura”. El comentario anterior se acompaña con un deseo que afecta a los turnos que ya se han programado para las fiestas venideras. “La voluntad de la Dirección de Enfermería es respetar todos los días concedidos para que el personal descanse de un año duro, pero también es el momento de que tod@s aquell@s que puedan, colaboren en cubrir los turnos para garantizar la seguridad del paciente. La lista de auxiliares está casi agotada y, una vez finalice, se ofertarán doblajes económicos”.

La situación en determinados servicios de la Candelaria –en el Hospital Universitario de Canarias también se están dando situaciones de colapso– está al límite y se reclaman de forma continua voluntarios para que acudan como refuerzo, y así poder garantizar que los compañeros se aseguren unas horas de descanso. La reestructuración de estos servicios está vinculada directamente con los altos picos de ingresos de pacientes afectados por Covid-19.

La recursos, con mayor incidencia en los humanos que en los técnicos, escasean a la espera de ver cómo se comporta la curva que debe definir la evolución del virus en las próximas semanas.