El ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicó ayer que las medidas de cara a las navidades que espera acordar hoy con las comunidades versarán sobre movilidad, contactos sociales y otras actividades típicas de estas fechas y que tendrán que hacerse de forma distinta a la de años anteriores.

Así respondió en el pleno del Senado al portavoz popular Antonio Román, quien arremetió contra la “incompetencia” y “dejadez de funciones” del Gobierno de Pedro Sánchez, al que responsabilizó de los “miles de muertos” de la segunda ola, y le exigió que “trabaje para controlar la pandemia y tener una Navidad tranquila”.

Illa comenzó su interlocución pidiendo al senador popular “dejar la política para otras cuestiones distintas de la pandemia”, tras lo cual defendió “los frutos” que están dando las distintas medidas implantadas para frenar la propagación del virus.

No obstante, aunque la incidencia había caído el lunes a 275 casos por cada 100.000 habitantes, “la situación sigue siendo preocupante” y está aún lejos el objetivo de reducir esa tasa a 25 casos.

En este mes de diciembre que acaba de empezar se ve incrementada de forma notable tanto la movilidad como los contactos sociales, que son “los dos vectores” principales de transmisión del coronavirus, de ahí que Illa mostrara su deseo de que hoy se pueda acordar medidas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Medidas que “tendrán que ver con aspectos de movilidad, de contactos sociales y con actividades de toda índole que se hacen en estas fiestas y que tienen que hacerse de forma distinta a como venían haciéndose en años anteriores”, avisó.

En su propuesta inicial que dio a conocer la semana pasada, Sanidad aconsejaba limitar las reuniones a un máximo de seis personas y retrasar hasta la 01.00 la limitación a la movilidad nocturna en Nochevieja y Navidad, no celebrar Cabalgatas de Reyes y ampliar las visitas a las residencias y realizar pruebas diagnósticas al interno a su regreso extremando la prevención, entre otras.

No obstante, varias autonomías han sugerido flexibilizar esas propuestas y hoy llevarán las suyas propias al Interterritorial.

Incidencia por comunidades

Las comunidades autónomas notificaron ayer al Ministerio de Sanidad 8.257 nuevos casos de Covid-19, 3.841 de ellos diagnosticados en las 24 horas precedentes. Esto supone una cifra muy inferior con respecto a los 12.228 que se registraron el mismo día de la semana anterior.

La cifra global de contagios en España se eleva ya a 1.656.444 desde el inicio de la pandemia, según las estadísticas oficiales. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 265, frente a 275 del lunes y 362 del martes pasado, con un total de 124.976 positivos en las pasadas dos semanas.

De los 3.841 diagnósticos del lunes, 148 se han producido en Andalucía, 212 en Aragón, 145 en Asturias, 79 en Baleares, 102 en Canarias, 105 en Cantabria, 40 en Castilla-La Mancha, siete en Castilla y León, 914 en Catalunya, nueve en Ceuta, 107 en Comunidad Valenciana, 135 en Extremadura, 301 en Galicia, 1.001 en Madrid, 22 en Melilla, 20 en Murcia, 67 en Navarra, 394 en País Vasco y 33 en La Rioja.

El Ministerio de Sanidad notifica 8.257 nuevos casos y 442 muertes más en España

En el informe de ayer martes se han añadido 442 nuevos fallecimientos, en comparación con los 401 del lunes y 537 del martes pasado. En la última semana han fallecido 1.067 personas con diagnóstico de Covid-19 positivo confirmado en España. Hasta 45.511 personas con prueba diagnóstica positiva han fallecido desde que el virus llegó a España, de acuerdo con los datos recogidos por el Ministerio.

Así se distribuyen las 1.067 muertes de la última semana: 194 en Andalucía, 111 en Aragón, 137 en Asturias, ocho en Baleares, diez en Canarias, 19 en Cantabria, 39 en Castilla-La Mancha, 132 en Castilla y León, 31 en Catalunya, 104 en Comunidad Valenciana, 46 en Extremadura, 64 en Galicia, 22 en Madrid, tres en Melilla, 26 en Murcia, 30 en Navarra, 71 en País Vasco y 20 en La Rioja.

Actualmente, hay 14.243 pacientes ingresados por Covid-19 en toda España (14.503 el lunes) y 2.578 en UCI (2.629 el lunes). En las 24 horas precedentes, se han producido 1.262 ingresos (943 lunes) y 1.561 altas (573 el lunes). La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 11,52 por ciento (11,85% el lunes) y en las UCI en el 26,30 por ciento (26,74% el lunes).

En la última semana, hasta 2.891 personas han precisado de hospitalización por Covid-19, 192.943 en el conjunto global de la pandemia: 534 en Andalucía, 238 en Aragón, 299 en Asturias, 50 en Baleares, 72 en Canarias, 48 en Cantabria, 82 en Castilla-La Mancha, 287 en Castilla y León, 158 en Catalunya, once en Ceuta, 356 en Comunidad Valenciana, 85 en Extremadura, 217 en Galicia, 209 en Madrid, nueve en Melilla, 132 en Murcia, 53 en Navarra, dos en País Vasco y 49 en La Rioja.

De la misma forma, en este período se han registrado 242 ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI), hasta un total de 16.260 desde que el virus llegó a España: 37 en Andalucía, 20 en Aragón, 13 en Asturias, siete en Baleares, 13 en Canarias, uno en Cantabria, 11 en Castilla-La Mancha, 20 en Castilla y León, siete en Catalunya, 29 en Comunidad Valenciana, 13 en Extremadura, 26 en Galicia, nueve en Madrid, dos en Melilla, 20 en Murcia, ocho en Navarra, dos en País Vasco y cuatro en La Rioja.

Polémico hospital en Madrid

Tras cien días de construcción, ayer vio la luz el hospital madrileño de emergencias Enfermera Isabel Zendal, una infraestructura “brutal”, en palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con 90 sanitarios y cuya inauguración fue enturbiada por las protestas y las ausencias políticas. Este nuevo hospital es el proyecto estrella de la estrategia madrileña contra la Covid-19, y las filias y fobias que ha desatado desde su concepción han quedado plasmadas en el acto de inauguración, que ha deparado escenas diametralmente opuestas. A veinte metros de la entrada principal del hospital, un centenar de personas convocadas por distintos sindicatos sanitarios se agrupaban antes del comienzo del acto pidiendo la dimisión de Ayuso y censurando la creación de un hospital, a su juicio, “innecesario”.