El Consejo Escolar de Canarias considera necesario aumentar la inversión y el presupuesto en Educación, dados los insuficientes libramientos de recursos económicos extraordinarios consignados, para el presente y para los próximos cursos. Asimismo, reclama con urgencia el dinero "necesario y suficiente" para que los centros puedan afrontar los gastos que se generan al aplicar las medidas de prevención personal, la limpieza y la desinfección.

El órgano que preside Ramón Aciego de Mendoza Lugo recoge estas demandas en una resolución sobre la situación del inicio del curso escolar en la que deja claro que para garantizar el derecho a la educación en Canarias en estas circunstancias "es imprescindible partir de una mayor inversión, pero también trabajar por una mejor gestión de los recursos disponibles". Al tiempo, reconoce el esfuerzo de la comunidad educativa para implantar los protocolos exigidos frente al Covid-19 en tan poco tiempo y ante la "incertidumbre" de un curso en el que, las condiciones sociosanitarias, debe "primar la comunicación y la información clara y concisa desde la administración". La cual reclaman como esencial.

En un documento de nueve páginas, El Consejo Escolar de Canarias plantea una gestión "más ágil" de los nombramientos y contrataciones del personal, docente y no docente y la exigencia de no superar la ratio de 20 alumnos por clase en Educación Infantil y Primaria, así como la preocupación por aquellos estudiantes y profesores que deben interactuar fuera del aula por sus condiciones especiales, aparte de incidir en la vigilancia y el seguimiento de los servicios de transporte y el comedor.

En el capítulo referido a las familias, el Consejo destaca la demora en proporcionarles "información clara y precisa de la nueva organización de los centros, del material exigido a las mismas, así como de las alternativas ante la no apertura o cierre por brotes". Este inicio de curso, además, está marcado por la incertidumbre en la aplicación de las medidas y/o servicios como acogida temprana, recogida tardía y actividades extraescolares, al recaer la decisión en cada centro, así como por la problemática generada al no permitir a las Ampas el acceso a los centros y a la información precisa, señala.

Entre otras muchas cuestiones, el Consejo Escolar de Canarias percibe falta de unanimidad en la implantación del horario de tarde, algo que afecta especialmente a las islas no capitalinas y a zonas no metropolitanas por sus limitaciones en el transporte público.

Ante la "evidencia" de que todo el esfuerzo de la Administración educativa está centrado en la docencia presencial y no en los otros posibles escenarios -semipresencial y no presencial-, plantea que, dadas las dificultades que supone para todo el alumnado, y, sobre todo, para el de necesidades educativas especiales, "se hace necesario garantizar una actuación educativa diferente a la presencial". De hecho, comparte en su documento que la pandemia, "ha puesto de manifiesto cómo la brecha digital refleja desigualdades sociales, económicas y culturales".

El Consejo Escolar de Canarias reclama decisiones y medidas en base al diálogo y al consenso para desarrollar un curso escolar "con las máximas garantías de seguridad y certidumbre organizativa para toda la comunidad educativa, basada inicialmente en la presencialidad, pero sin descartar otros escenarios".