La ilusión pudo más que el miedo a la pandemia, a juzgar por las clases llenas en la gran mayoría de los colegios de Infantil y Primaria de Canarias, en el primer día del curso escolar 2020/2021 al que estaban convocados en torno a 162.600 alumnos de las primeras etapas educativas. Todos los centros arrancaron con normalidad la actividad presencial, a excepción del CEIP Fray Albino, en Tenerife, por el positivo en coronavirus de un profesor del claustro. Este imprevisto se suma a los dos colegios que ya se sabía anteriormente que no abrirían este martes por el mismo motivo, en el barranco de Las Lajas y en San Juan de La Rambla.

En los tres casos, Educación matizó que no se cierra el centro sino que se pospone la actividad presencial hasta tener los resultados de las prueba PCR al personal que ha estado en contacto con los positivos. "Se está pendiente del resultado de las pruebas y cuando se obtengan, si son negativas, el curso podrá empezar con normalidad en estos centros", indicó ayer la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Manuela Armas, durante el acto institucional de apertura del curso en el CEIP Don Benito de Las Palmas de Gran Canaria.

En Lanzarote celebrarán hoy el inicio del curso académico, al ser ayer día festivo en la isla.

Sin incidencias reseñables, el primer día de escuela apenas duró hora y media para cada curso, dado que fue una jornada de presentación. "En general no han faltado muchos niños, sólo los que tienen algún tipo de patologías y sus padres ya habían confirmado que hasta que no pasen unas semanas no los mandan, pero de resto, en la mayoría de las clases han ido todos", confirmaron en el CEP Gutiérrez de Rubalcava, una asistencia que se ha dado en la mayor parte de los colegios consultados.

La primera toma de contacto sirvió para comprobar que los escolares llegan con la lección bien aprendida en torno a las medidas de seguridad frente a la Covid-19. "Incluso nos ha sorprendido que les ha costado menos venir al colegio, normalmente el primer día hay muchos llantos entre los más pequeñitos, pero este año hemos visto a muy pocos llorando", apuntaron en el CEIP Hoya Andrea.

Lo que sí ha permitido chequear en una hora y media de presentación, es lo difícil que va a ser mantener a los niños con mascarilla durante toda la jornada escolar.

Los sindicatos de la enseñanza, por su parte, reiteran su demanda de que se retrasen las clases presenciales. "No nos han comunicado incidencias de envergadura pero en cualquier caso seguimos valorando que es una temeridad el haber iniciado las clases presenciales con tanta premura, debería retrasarse unos días la presencialidad para que los centros puedan organizarse mejor. Desde el lunes están llegando cientos de docentes a los centros, nombrados a última hora, sin información e incluso algunos sin experiencia, y no hay tiempo suficiente para coordinarse y explicar los protocolos necesarios", apuntó Pellicer, del STEC.

Por su parte, Unicef, la Unesco y la OMS pidieron ayer que el cierre de las escuelas sea considerada por los gobiernos una opción de último recurso en la contención del avance de la pandemia de coronavirus. "La decisión de cerrar debe ser un último recurso y uno temporal", afirmaron en una conferencia de prensa conjunta las tres organizaciones.