Las escuelas infantiles privadas de Canarias ofrecen sus plazas libres para que los menores de los centros públicos las ocupen durante el próximo curso. La previsión de la disminución de las ratios de las clases a partir de septiembre con el objetivo de que haya pocos niños en un mismo espacio y evitar así rebrotes del coronavirus provocará que estas escuelitas de carácter público se queden pequeñas para recibir a todos sus alumnos matriculados.

La pasada semana, la consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Noemí Santana, anunció que el Ejecutivo regional está trabajando con diferentes escenarios para el próximo curso puesto que no se sabe cómo evolucionará la crisis sanitaria. No obstante, adelantó que hasta que no aparezca una vacuna, las medidas de seguridad seguirán existiendo aunque se podrían flexibilizar. Precisamente el aumento de las ratios por clase con respecto a las que existen en la actualidad durante la desescalada será una de las primeras medidas que se modificará para caminar hacia la nueva normalidad, pero aún así el número de alumnos por aulas seguirá siendo menor de lo habitual.

Es por eso que la consejera avanzó que, ante la imposibilidad de que vuelvan todos los alumnos a las escuelas infantiles, se está valorando la posibilidad de abrir espacios alternativos en edificios públicos. Sin embargo, las escuelas infantiles privadas del Archipiélago estarían dispuestas a ceder sus espacios para acoger a estos menores a partir del próximo curso. Se trata de una medida que ya vienen proponiendo desde hace años las empresas del sector ante el Ejecutivo regional.

Este ofrecimiento coincide con la reapertura de las escuelas infantiles privadas de las Islas, que pudieron volver a la actividad esta semana después de la publicación de las normas de desescalada realizadas por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para tal fin. La presidenta de la Asociación de Centros Infantiles de Tenerife (Acinte), Marina Amador, destaca la buena incorporación que han experimentado los pequeños en la Isla puesto que muchos de ellos estaban deseosos de reencontrarse con sus compañeros y educadores.

La presidenta indica que los centros asociados han abierto de manera dispar y, mientras que en la capital de Tenerife ya han vuelto a la actividad casi todos, en el sur de la Isla han optado por esperar hasta el mes de julio, cuando estiman que aumentará la demanda por parte de las familias. Además, la educadora reconoce que en el sur existen numerosas escuelas no autorizadas y que esas sí han seguido ofreciendo sus servicios durante las últimas semanas, aunque aún no se contara con un protocolo de reapertura por parte de la Consejería de Educación.

Marina Amador destaca que retomar la actividad no solo depende de la cantidad de padres que están interesados en llevar a sus pequeños de nuevo a la escuelita, sino que los centros también han de tener en cuenta los ERTES que se han producido en las empresas que tienen contratadas para ofrecer diferentes servicios. En su caso, por ejemplo, la presidenta de Acinte no ha reabierto su centro puesto que la empresa de comedor con la que trabaja está inmersa en un expediente de regulación temporal de empleo por lo que no puede ofrecer almuerzos a sus alumnos. Todo ello la ha abocado a permanecer cerrada durante algunas semanas más.

En cuanto a la posibilidad de que estos espacios privados acojan a alumnos de las escuelas infantiles privadas, la presidenta de Acinte afirma que se trata de una oferta que su organización lleva planteando desde hace años, cuando aún faltaba mucho para el inicio de esta crisis sanitaria.

El coordinador de la plataforma Asociación Escuelas Infantiles (AEI), Héctor Quintana, asegura que la apertura de las escuelas infantiles privadas de Canarias se está produciendo de una forma escalonada. Mientras algunas ya habían abierto aún antes de que la Consejería de Educación presentara el protocolo de seguridad para garantizar un correcto acondicionamiento de las instalaciones, algunas reiniciaron el lunes la actividad, y todavía quedan bastantes que permanecen cerradas a la espera de que aumente la demanda de los padres para volver a trabajar. Así, las zonas en las que más escuelas infantiles han vuelto a abrir sus puertas coinciden con las capitales de provincia.

El coordinador de AEI recuerda que "las escuelas privadas están en las duras y las maduras" para toda la sociedad y añade que "vamos a apoyar todas aquellas medidas que favorezcan el crecimiento de este sector". Por esa razón, Quintana adelanta que presentarán ante la Consejería de Educación la propuesta de que las guarderías privadas de las Islas que así lo deseen y que no tienen todas sus plazas ocupadas puedan recibir a alumnos de las escuelas infantiles públicas durante el próximo curso.

"Una acción así puede ayudar a la economía de estos centros y, además, eliminar el problema de que el Gobierno de Canarias tenga que acondicionar espacios en poco tiempo para que puedan ofrecer estos servicios", relata el educador, quien recuerda que este tipo de convenios ya existen en otras comunidades autónomas españolas desde hace años y, de hecho, en Canarias los hubo aunque se perdieron hace tiempo.

Las escuelas infantiles privadas han comenzado a abrir esta semana y lo han hecho sin recibir aún las ayudas económicas prometidas por la Consejería de Educación hace unos días. El colectivo AEI celebra este compromiso por parte del Gobierno de Canarias pero anima a otras administraciones públicas del Archipiélago a unirse a estas subvenciones para el sector.