A principios de la década de los 90 llegó a España el Party Line, un mecanismo de comunicación telefónica que permitía la conexión simultánea de hasta 10 personas. Ahora, casi 30 años después, suprimidos los enormes costes de aquellas llamadas, y aprovechándose del avance de las tecnologías, varios equipos están utilizando una particular Party Line para poderse entrenar durante este confinamiento. El Iberostar Tenerife es uno de ellos. "Cada viernes quedamos y hacemos una sesión on line por medio del ordenador y los móviles", comenta Sanz, que en este sentido habla de un hiit, o lo que en lenguaje coloquial vendría a ser "un entrenamiento interválico de alta intensidad con el que se pretende que los jugadores mantengan los niveles de resistencia general". En una especificación mayor Xisco comenta que una clase tipo suele estar formada "por cuatro circuitos de 12 ejercicios cada uno, con solo 10 segundos de descanso entre ejercicio y ejercicio".

Una propuesta, la de los viernes, que permite a los jugadores "no caer en la rutina", al propio Sanz testar en cierto modo a los suyos, e incluso "motivarse" a sí mismo. "La verdad que realizan bastante bien estas sesiones, tenemos un buen grupo y son muy agradecidos con lo que le mandas; incluso algunos te piden más trabajo" expresa con cierto orgullo. Una ventana tecnológica abierta a modo de vestuario y que también sirve para que "después del entreno ellos se quedan hablando un ratillo". Es, sin duda, lo más parecido a un entrenamiento de los de antes. Es, a la vez, una de las mayores distracciones y satisfacciones para los deportistas en este encierro obligatorio.