Los efectos nocivos de la calima se notan pasadas 48 horas. Así lo afirmaron los distintos expertos de la Consejería de Sanidad que señalan que los hospitales y centros de salud de toda Canarias prevén que este denso episodio de calima pueda aumentar la presión en los servicios de Urgencias en las próximas horas. Por esta razón, y a pesar de que la epidemia de gripe continúa descendiendo, la Consejería de Sanidad ha decidido mantener los planes de contingencia utilizados durante la situación epidémica para que también puedan ayudar a rebajar la presión del servicio esperada para los próximos tres días.

Ante una calma que pudiera ser síntoma de una tormenta -pues los síntomas de la inhalación de polvo en suspensión aparecen 48 horas más tarde- la Consejería de Sanidad ha decidido mantener activados los planes de contingencia previsto en el Plan de Urgencias de Canarias (Pluscan) para el exceso de demanda. Unos programas que prevén tanto la contratación de personal (especialmente de enfermería) como la ampliación de guardias médicas y de espacios donde ubicar a los pacientes que acuden de más a estos servicios.

Las Urgencias, de hecho, estos días han vivido una ligera calma. Lo constató ayer el director de programas asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS), Octavio Jiménez, que señaló que el domingo se atendieron 377 urgencias en Tenerife, 194 en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) y 189 en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria. Cabe recordar que, durante épocas de gran presión asistencial como puede ser la de gripe, el número de pacientes atendidos en estos servicios puede crecer hasta situarse en los 250 por hospital. "Cada centro hospitalario es un mundo, pero se ha seguido atendiendo al número habitual de pacientes que suelen acudir a estos servicios", remarcó Jiménez. En todo caso, como insistió, "estamos preparados" para cualquier tipo de presión asistencial que pudiera producirse estos días.

Para hacer frente a la demanda el servicio de Urgencias del HUC cuenta con 94 camas que se han ampliado a 104 debido a esta mayor afluencia de pacientes. Además están operativas las 32 camas de las dos Áreas de Hospitalización de Tránsito (con 16 camas cada una) y se ha reforzado la plantilla de Enfermería, tanto en estas dos áreas como en zonas de Observación de Urgencias en cada turno tarde y noche (10 enfermeras y 10 auxiliares de Enfermería). Por su parte, en el Hospital de La Candelaria, el servicio de Urgencias cuenta con 84 camas. Hasta la fecha, se han habilitado progresivamente hasta un total de 38 en espacios anexos. Desde que se activasen las medidas del Plan de Contingencia de Urgencias, se han contratado a 2 médicos más en Urgencias, además de 55 enfermeros y 55 auxiliares de enfermería.

Cabe recordar que todas estas medidas ya se habían tomado con anterioridad para paliar la gran demanda de urgencias por la gripe que ha habido durante las últimas semanas en el Archipiélago, a raíz del pico de incidencia del virus de la gripe.

Aunque estos planes no son específicos para un aumento de demanda en una enfermedad concreta, los profesionales son conscientes de que este incremento puede venir dado por las complicaciones que la calima produce entre los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, como puede ser el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias, y en muchas ocasiones se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos. "En los colectivos más vulnerables, esta situación puede generar que se exacerben sus síntomas de base", explica, por su parte, el epidemiólogo Amós García Rojas.

En este sentido, García Rojas hizo importante hincapié en seguir las recomendaciones de la Dirección General de Salud Pública. Las recomendaciones a la población se centran en tomar precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.

Aire contaminado

"La contaminación del aire siempre es mala", remarcó el epidemiólogo haciendo referencia a la calima. No obstante, como señaló, al menos en Canarias solo ocurre de manera puntual y, si se siguen estas pautas, "podemos modular el problema". La exposición a este fenómeno meteorológico adverso puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio. También está relacionada con un mayor incremento de los eventos cardiovasculares a medio y largo plazo.