La trata de mujeres, considerada la esclavitud del siglo XXI, requiere de la acción conjunta de todas las instituciones nacionales e internacionales que, hasta ahora, han estado actuando de manera dispersa. Además, la coordinación no puede ser de cualquier tipo, pues las víctimas de este tipo de explotación, requieren una atención personalizada y especializada.

Se trata de la principal conclusión de las mesas redondas de la Jornada transnacional: la trata de mujeres con fines de explotación sexual celebrada en el Parlamento de Canarias en el día de ayer y compuestas por expertos que ostentan competencias en los diferentes ámbitos de acción ante este negocio lucrativo. Así, juristas, fuerzas de seguridad, defensores del pueblo y representantes de ONG llegaron a la conclusión de que es necesario establecer un protocolo común y coordinado que permita realizar una "atención integral" centrada en los derechos humanos y que permita "combatir la trata asistiendo y reparando a las víctimas", como remarcó Rocía Mora Nieto, directora de la Asociación para la prevención, reinserción y atención a la mujer prostituta (Apramp).

En ese mismo asunto hicieron hincapié la jefa del grupo de investigación de trata de seres humanos de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, Sara Martín; el comandante de la Guardia Civil, Juan Carlos Lafuente; la subdirectora adjunta de coordinación interinstitucional de violencia de género, Miriam Benterrak; la coordinadora del programa Daniela Oblatas, María Carmen García Fernández; la coordinadora de la región europea de la Red de Mujeres de la FIO, Julia Hernández Valles y la adjunta de la diputación del común de Canarias, Beatriz Barrera. Y se debe a que este "es un delito complejo que implica la actuación de muchos entes y la colaboración internacional", como remarcó Martín. La jefa del cuerpo policial también insistió en que se debe trabajar por reconocer una serie de derechos a estas víctimas, similares a los que cuentan las de violencia machista.

"La trata es considerada un delito de especial gravedad porque conculca con los derechos humanos y las secuelas debemos combatirlas desde un enfoque multidisciplinar", insistió por su parte, Miriam Benterrak, que además hizo hincapié en que se debe "involucrar a toda la sociedad en general".

Porque hay puntos del proceso en las que las mujeres imbuidas en este tipo de actividades, pueden volver a revictimizarse. "Tenemos que encontrar esos puntos, planificar y crear una pauta de trabajo", señaló la coordinadora nacional.

El trabajo, además, debe estar pivotado desde la perspectiva de los derechos humanos. Como indicó María Carmen García, "se debe establecer un vínculo de trabajo, con respeto a la perspectiva de género y con un objetivo claro: la paridad".

Y es que, como remarcó para culminar el debate, Rocío Mora "de nada sirve prevenir, proteger, perseguir, si no lo hacemos todos". "No podemos seguir actuando en departamentos estancos, los derechos no son negociables y son responsabilidad de todos.

CONCLUSIONES

  • Una atención liderada por quien ya ha sido rescatada. Los expertos pusieron sobre la mesa la necesidad de que fueran las propias mujeres que han salido de esa situación las que proporcionen asistencia.
  • Las nuevas tecnologías dificultan encontrar a los puteros. Cada vez es más común que las mujeres captadas estén también esclavizadas en algún lugar donde no tienen acceso a ningún recurso.
  • Más mujeres nigerianas y rumanas. En Canarias, el perfil de mujer víctima de trata es aquella entre 18 y 35 años son de origen nigeriano o rumano. Son personas a las que han engañado prometiéndoles una vida que no van a tener.
  • Consumidores cada vez más jóvenes. La policía ha llegado identificar a jóvenes que van a su orla y acuden en grupo a consumir estos servicios. Los expertos relacionan este comienzo precoz con el consumo de pornografía, que está comenzando a los 8 años.
  • Vulnerabilidad sin salida. Una de las razones que mantiene a las mujeres en esa vorágine de abusos es la vulnerabilidad a la que están sometidas. A menudo se sienten culpables, avergonzadas y con tal impacto emocional que les es imposible tomar una decisión.
  • Las víctimas tienen que denunciar. Para que una investigación pueda finalizar con éxito, es necesario que al menos una víctima de estas mafias decida denunciar. Los cuerpos de seguridad han tenido casos donde existen todos los indicios pero no un testimonio que lo avale, por lo que el procedimiento se detiene.