Diecisiete entidades científicas en diferentes regiones, entre ellas Canarias, están trabajando en un proyecto que busca instar a la Unión Europea a añadir un nuevo método de medición de las sustancias contaminantes del mar. Porque la UE ha puesto en marcha una directiva para medir diferentes sustancias (metales, sustancias orgánicas e hidrocarburos, entre otros) que con los métodos tradicionales de medición es muy difícil de cumplir, tal y como afirmaron ayer los investigadores invitados a las Jornadas técnicas: Muestreadores pasivos para el control de las aguas costeras, celebradas en el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).

El proyecto Monitool, como se ha bautizado, analiza de esta manera la eficacia de técnicas de monitorización y evaluación del estado químico de las aguas de litoral, en el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua (DMA) y también de la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (DMEM). Concretamente evalúan dos tipos de técnicas, la tradicional -que se basa en la toma de muestras con una botella de agua- y los DGT (diffusive gradients in thin-films). Esta última, como indicó el investigador del Instituto Francés de Investigación (Ifremer), Jean-Louis González, "se pueden hallar los metales que existen en el medio marino traza a traza y en concentraciones bajas", cosa que el otro método no puede realizar.

Además, es muy barato. El dispositivo cuesta menos de 20 euros y si, por alguna razón, se pierde, lo único que perderemos serán "información".

Los grupos de investigación han realizado dos campañas, una en época lluviosa y otra en un periodo más seco, y tras cinco días recogiendo muestras en las más de 34 estaciones con las que cuentan alrededor del Atlántico, han recabado datos para empezar a analizarlas y mostrar la validez de este nuevo método. "Lo que queremos es que se incluya en la normativa y se adapte como técnica", insistió por su parte María Jesús Belzunce, investigadora del centro tecnológico experto en la cadena de valor del mar y la alimentación ATZI.