Barrio a barrio | Vuelta de Los Pájaros

La antigua Casa de Gallos de la Vuelta de Los Pájaros, tomada por la prostitución

Los vecinos reclaman desde hace dos años al propietario que tome medidas para erradicar este foco de inseguridad, una solicitud que respalda una reciente recogida de firmas

La antigua Casa de Gallos está tomada por okupas, donde los vecinos identifican uno de los principales focos de inseguridad de Vuelta de Los Pájaros.

La antigua Casa de Gallos está tomada por okupas, donde los vecinos identifican uno de los principales focos de inseguridad de Vuelta de Los Pájaros. / María Pisaca

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Cinco y media de la tarde de noviembre. Todavía es de día y en la carretera general que cruza la Vuelta de Los Pájaros se respira ese caminar de puntillas y deprisa sin tiempo casi para el saludo entre vecinos. La inseguridad, en buena parte atribuida a la práctica de la prostitución y el menudeo de drogas, ha llevado a los vecinos a refugiarse en sus viviendas, al regreso de su jornada laboral o después de recoger los niños en el colegio, resignados algunos a que el alféizar de las ventanas de algunas casas terreras amanezcan plagadas de restos de comida basura que les llevan los repartidores de alimentos a quienes se han convertido en sus clientes habituales, aún sin tener domicilio fijo. «No te digo yo lo que he tenido que retirar por la mañana del chaplón de la puerta de mi casa», cuenta uno de los vecinos.

Esta situación no es nueva en este barrio que está a caballo entre Santa Cruz y La Laguna, si bien los residentes pensaron que con la puesta en marcha de un supermercado en el antiguo Vitabana se iba a mejorar; pero la mejoría en los últimos años «ha sido a peor». «Esta zona no es muy comercial; los negocios están contados. Están el bar, una tienda de música, un taller de reparación de vehículos y hasta una farmacia... y poco más». «El supermercado ha tenido que poner vigilantes que controlan hasta el acceso a los baños». 

A instancia de un grupo de residentes que solicitan mantener el anonimato para garantizar su seguridad, el visitante se adentra en la calle de Domingo Pisaca Burgada, que en la zona más próxima a la carretera general comienza con un palacete recubierto en piedra que está tapiado desde el fallecimiento de sus moradores. Acabó okupado y, tras un incendio, se levantaron muros en las puertas y ventanas para que volvieran a repetirse los hechos.

Pero la mayor preocupación de los vecinos, junto al incremento de la prostitución, se centra en la antigua Casa de Gallos La Espuela que se localiza a la altura del número 3 de la calle Domingo Pisaca Burgada, «donde se produce de forma continuada y a la vista de todos los vecinos tráfico de drogas, prostitución y agresiones. Todo ello con el conocimiento y aparente beneplácito de las autoridades y fuerzas de los cuerpos de seguridad», según los residentes que, hartos de pedir ayuda, acuden a esta vía para denunciar la inseguridad en la que viven y exigir «la intervención urgente y desalojo de esa casa okupada en Vuelta de Los Pájaros».

En el recorrido por la calle, y entre las miradas incluso intimidatorias de alguna de las transeúntes que ven peligrar sus planes por la presencia de intrusos, los residentes aseguran que llevan dos años denunciando esta situación y hasta por diferentes vías se han puesto en contacto con el propietario, de la referida casa de gallos que se fundó en 1921 y desde hace años ya no está en servicio. Al parecer, se trata de un inmueble que heredó el actual titular y que, pese a la reiterada solicitud de los vecinos para que tomes medida y erradique la inseguridad, se ha desentendido de lo que ocurre en él.

Hartos de la inseguridad

«Los vecinos del barrio de la Vuelta de Los Pájaros nos hemos quejado en multitud de ocasiones a la Policía Local y Nacional, Subdelegación del Gobierno Ayuntamiento, Cabildo... por el abandono y deterioro que se percibe en la zona donde viven familias con niños y un gran número de personas mayores que contemplan indefensas el ambiente que se ha trasladado a sus calles: trapicheo de drogas, prostitución, robos, agresiones, ocupaciones ilegales de viviendas...», cuentan en la visita.

«Desde hace meses nos hemos organizado para realizar diferentes acciones en aras de conseguir soluciones». En abril de este año se realizó una recogida de formas para denunciar la situación que se presentó el 2 de mayo en la Subdelegación del Gobierno, para reiterar la reclamación de una respeta a los hechos el pasado 8 de septiembre. Días después, el 20 de septiembre, la misma recogida de firmas se comunicó al Ayuntamiento de Santa Cruz, «donde ahora todo se hace por vía telemática; parece que no quieren tener el cara a cara con el vecino».

Hartos de que se perpetúe la práctica de la prostitución y el tráfico de drogas en la antigua Casa de Gallos, algunos de los vecinos han localizado al propietario del inmueble, con el que se pusieron en contacto para «pedirle que realice la pertinente denuncia por ocupación de propiedad privada, sin que hasta ahora haya hecho nada. A día de hoy seguimos sin respuesta de las autoridades, por lo que acudimos a la prensa para denunciar esta situación ya insostenible».

«No hay derecho a que la gente mayor tenga miedo a vivir donde reside», se lamentan otros residentes durante el recorrido, para asegurar que en más de una oportunidad han tenido que acompañarlos a las gestiones en la farmacia porque se sienten inseguros. «Y quienes no se han ido es porque no tienen donde acudir», comentan con el desconsuelo de vivir en una zona tranquila y bien comunicada pero insegura... «Hasta se quitaron los módulos infantiles de la plaza y se tuvo que murar la parte de atrás». Los residentes claman una respuesta inmediata.